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"Hay que mejorar la calidad de vida de los jóvenes que salen de los hogares"

Hace cuatro años se implementa en Salta un programa para acompañar el egreso de los chicos institucionalizados. Ángeles Juárez dialogó con El Tribuno y contó su historia.
Lunes, 05 de junio de 2023 02:30

Ángeles Juárez tiene 23 años. Desde los dos, vivió en un hogar de niños y niñas por orden de la Justicia. Atravesó diferentes situaciones: desde permanecer con una familia cuidadora y luego volver con su familia biológica, hasta intentar pasar por otras adopciones y finalmente regresar de nuevo al hogar, donde decidió quedarse hasta cumplir la mayoría de edad.

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Ángeles Juárez tiene 23 años. Desde los dos, vivió en un hogar de niños y niñas por orden de la Justicia. Atravesó diferentes situaciones: desde permanecer con una familia cuidadora y luego volver con su familia biológica, hasta intentar pasar por otras adopciones y finalmente regresar de nuevo al hogar, donde decidió quedarse hasta cumplir la mayoría de edad.

"Tengo muchos hermanos. Vivíamos en una situación precaria. Yo tenía dos años. Los vecinos hicieron una denuncia. Una trabajadora social visitó a mi mamá y determinó que no estábamos bien. Nos dividieron. Mis hermanos más grandes fueron a la casa de familiares y los más pequeños y yo fuimos a un hospital a rehabilitación por desnutrición", contó Ángeles a El Tribuno.

Ángeles ingresó al Hogar Cuna cuando era una beba. Antes de cumplir cinco años pasó a vivir con una familia cuidadora con la que permaneció 13 años. "Por temas complejos como la vulneración de mis derechos y por protección volví con mi familia biológica. Había pasado por otras adopciones para estar cerca de mi familia, pero no se daban", relató.

En un momento determinado se radicó una denuncia por la vulneración de los derechos de la niña, tras lo cual regresó con su familia un tiempo, pero luego reingresó al hogar para otra adopción, a los 17 años. Esta fue infructuosa, por lo que la adolescente decidió quedarse allí hasta cumplir los 18 años.

Cuando egresó del hogar no contaba con ayuda económica, pero la ley 27.364 de Acompañamiento para el Egreso de Adolescentes y Jóvenes sin Cuidados Parentales, sancionada en 2017 e implementada en la provincia desde hace cuatro años, cambió su vida por completo.

"Yo salí del hogar sin nada. Tenía que trabajar para vivir, pagar el alquiler, terminar mis estudios. No podía darme los gustos de un montón de cosas porque no tenía un sostén económico. Tenía otras prioridades. Tampoco podía estudiar lo que yo quería. Mi sueño es ser trabajadora social y en ese momento era impensado pagar una cuota mensual", contó.

"Estamos agradecidos con esta ley que nos protege, nos permite salir adelante, estudiar y soñar. Sabemos que no van a dejar de entrar niños y niñas a los hogares, pero si sabemos que se puede mejorar su calidad de vida".

Antes de que Ángeles cumpliera 21 años se puso en funcionamiento el programa instrumentado por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia en Salta y junto a sus compañeros participaron de un taller denominado "Servicios para la Autonomía", de un año de duración.

"En mi caso fue un poco más complicado ingresar porque el requisito es tener 18 años y yo tenía 21, es decir, ya había egresado hacía tres años, pero finalmente pude acceder y me otorgaron un referente, una persona que me acompaña y orienta en mi vida autónoma para realizar trámites, investigar lo que necesito para un alquiler, el estudio o si me siento mal", sostuvo.

Su meta es recibirse

Además, recibe un apoyo económico equivalente al 80 por ciento de un salario mínimo vital y móvil. "Tengo que pagar la universidad privada, Kennedy. Estoy estudiando lo que siempre soñé, trabajo social, a distancia Quizá no es mucha plata lo que se recibe, pero ayuda a llegar a la meta que es recibirme", contó Ángeles.

Actualmente vive con su madre y proyecta casarse con su pareja en unos meses.

"Creo que los sueños se cumplen. Uno siempre tiene que tener las ganas de salir adelante y buscar esas oportunidades", expresó la joven.

Y añadió: "A las personas que sienten que pueden ayudar a otra les digo que lo hagan porque uno no sabe quién puede estar necesitando una palabra de aliento, un apoyo, un sostén en el momento justo. No todos tuvimos las mismas oportunidades. Gracias a Dios yo tuve personas que si me ayudaron, pero muchas otras que no, entonces si podemos ser de esas que tienden una mano, lo hagamos porque todo lo que damos en algún momento vuelve a nosotros".

"Si conocen a personas que hayan pasado por hogares, no los juzguen, quizá no fue algo que dependió de ellos o que pasó porque se hayan portado mal sino que vienen de historias fuertes, tristes, de sufrir abusos, violencia entonces hay que abrirse a un nuevo contexto, a darle una segunda oportunidad a esas personas", recalcó Ángeles.

Agregó: "Nosotros, quienes vivimos en hogares a veces somos como una cebolla, con varias capas, nos cuesta abrirnos y darnos a conocer por todas las veces que nos dañaron. Eso hizo que desconfiemos de las personas, pero realmente estamos agradecidos con esta ley que nos permitió salir adelante y soñar".

Y expresó: "Sabemos que no van a dejar de entrar niños y niñas a hogares pero si sabemos que se puede mejorar su calidad de vida. Estamos agradecidos a las polÍticas publicas que se formaron para protegernos. Argentina es el único país que cuenta con esta ley. Somos pioneros y eso es un gran orgullo", finalizó.

Una jornada de celebración

El Programa de Acompañamiento al Egreso (PAE) cumplió seis años desde su sanción como ley 27.364 y el viernes pasado se llevó a cabo una jornada de celebración. Participaron la ministra de Desarrollo Social, Silvina Vargas, junto a la secretaria de Primera Infancia, Niñez y Familia, Carina Iradi, jóvenes, referentes y directivos.

Mediante el programa, los jóvenes que cumplen la mayoría de edad y deben egresar de un hogar pueden acceder a una cuota del 80% del salario mínimo, vital y móvil hasta los 25 años, en caso de que cursen una carrera técnica o universitaria. También cuentan con un referente personal que contribuye en el proceso de toma de decisiones para la construcción de su proyecto de vida.

En octubre de 2019, la Secretaría otorgó los primeros beneficios.

Hoy el programa tiene en Salta un total de 87 titulares y un grupo de 35 adolescentes en la etapa preparatoria para acceder. El acompañamiento humano se implementa a través de la labor de 8 referentes en Salta Capital y uno en Tartagal.

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