Las violentas protestas registradas en Jujuy conmocionaron a todo el país. Una verdadera rebelión contra las instituciones republicanas y en un marco absolutamente democrático, como lo es una reforma constitucional para la cual fueron respetados todos los pasos establecidos. Fuerzas extrañas al pueblo jujeño fueron importadas para desvirtuar la razonabilidad de algunos reclamos iniciales, inyectándole un componente ideológico con violencia explícita. Con personajes perfectamente identificados como "originarios del conurbano bonaerense".
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Las violentas protestas registradas en Jujuy conmocionaron a todo el país. Una verdadera rebelión contra las instituciones republicanas y en un marco absolutamente democrático, como lo es una reforma constitucional para la cual fueron respetados todos los pasos establecidos. Fuerzas extrañas al pueblo jujeño fueron importadas para desvirtuar la razonabilidad de algunos reclamos iniciales, inyectándole un componente ideológico con violencia explícita. Con personajes perfectamente identificados como "originarios del conurbano bonaerense".
El principio de incendio de la Legislatura y de automóviles, y los destrozos en los comercios fueron una lamentable puesta en escena no fue engendrada en mentes jujeñas, salvo la de una, la rea Milagro Sala. A la par de lo sucedido, y mostrando la hilacha, el Gobierno Nacional recriminó a las autoridades de la provincia el "alto grado de represión" aplicado a los manifestantes, cuando debería haber condenado los hechos registrados, que dieron origen al accionar policial tendiente a garantizar el orden. ¿Qué se pretendía acaso? ¿Que las fuerzas del orden mirasen impávidamente el incendio de la Legislatura y el caos provocado por las hordas de manifestantes "importados", dejando todo al libre albedrío?
Estos episodios me permiten inferir que luego del 10 de diciembre, ante la eventualidad de una derrota y tal como ya hay quienes están preanunciando, los militantes en las calles tratarán de hacer imposible la gobernabilidad a las autoridades electas. Un "revival" de los 70. Se dice que la historia la escriben los vencedores, pero en esta historia y hasta este presente no son ellos los escritores. Hoy prevalece el relato de una epopeya que no fue.
Confiemos, por el bien de todos los argentinos, que sea cual fuere el resultado de las elecciones nacionales la gobernabilidad y la paz interior estén aseguradas y podamos comenzar a vivir una realidad superadora.