El 28, a las 21, en la Casa de la Cultura (Caseros 460), el Grupo de Teatro NN presenta "Alfa y omega. Una profecía del desastre o la utopía apocalíptica de los vulnerables". Actúan Daniel Gauna, Eva Lucena, Alejandro Vieyra y Liliana Castro, dirigidos por Nena Córdoba.
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El 28, a las 21, en la Casa de la Cultura (Caseros 460), el Grupo de Teatro NN presenta "Alfa y omega. Una profecía del desastre o la utopía apocalíptica de los vulnerables". Actúan Daniel Gauna, Eva Lucena, Alejandro Vieyra y Liliana Castro, dirigidos por Nena Córdoba.
"Alfa y omega", tomados literalmente, designan a la primera y la última letras del alfabeto griego. Pero llevadas a un sentido metafórico, pueden tener diversas significaciones. En el Apocalipsis, se menciona que Dios y Jesucristo son "el comienzo y el fin", "el primero y el último", "el que es, el que era, el que viene, el todopoderoso". Sin embargo, el concepto se encuentra en el Antiguo Testamento, en donde Dios le dice al profeta Isaías: "Yo soy el primero y el último", trazando un mecanismo cíclico.
"Cuando hablamos de apocalipsis inmediatamente pensamos en el fin del mundo. En realidad, apocalipsis es profecía. La bíblica está plagada de símbolos y tal vez nunca los estudiosos del tema se pondrán de acuerdo en cuanto al significado de los mismos. Leer el Apocalipsis transporta a cualquiera a los diversos exterminios humanos. Pero cada cual, según su contexto, puede percibir una similitud con la historia y su propia historia. Por eso, muchos opinan que el profeta en el Apocalipsis bíblico habla del pasado, otros dicen que se refiere al presente y/o el futuro y ello depende de lo más o menos cerca que se encuentren los intérpretes en el tiempo cronológico, al de los supuestos protagonistas apocalípticos", reflexionó Nena Córdoba, también autora del libreto y fundadora del grupo.
Alfa y omega, aquello que no tiene ni puede tener fin ni término, es, en otra perspectiva, un lugar impreciso tanto por su lejanía como por su vaguedad. "De las diversas interpretaciones me fascinó la que se inscribe en una visión de repetición cíclica de la humanidad y de que los siete sellos parecieran ser precisamente las claves para evitar el fin del mundo. El problema es que la humanidad no lo ve, o no lo quiere o no le conviene ver, porque está cegada en su realidad egoísta y cerrada, en la que solo importan el propio pupo y el hoy. El mañana, el mundo que dejamos a los hijos y nietos, es cosa de ellos... que se las arreglen, ¿no? Total, ya no estaremos para verlo. Es optimista esa interpretación porque si le diéramos bolilla, tal vez cambiar el mundo deje de ser una utopía de los vulnerables... ", precisó Nena.
Interpretaciones
Desde hace unos días viene promocionando en su muro contenidos sobre la obra, imágenes tomadas por Alfonso García al elenco, con otras referencias bíblicas, como "¡Caníbales! ¡Caníbales! Les he dado tiempo para arrepentirse, ¡a sus hijos heriré de muerte! Jetzabel, ¡mala estrella!". ¿Qué exterminios sintió Nena que nos amenazan y cuáles quiso abordar en la obra?
Ella enumeró: "El exterminio de la fe, del amor, de la solidaridad, de la alegría, de la libertad, del honor, de la verdad, de la justicia en cada uno de nosotros arrastró a los exterminios colectivos de la humanidad". Y a su mente acude una alegoría de Friedrich Nietzsche. "Los hombres se creen dioses y los dioses perdieron su poder o Dios ha muerto, parafraseando a Nietzsche. Normalizar lo que es contrario a nuestra propia felicidad, normalizar lo contrario a la ley y la justicia, convertirse en violadores seriales de la ley; pero acusando al contrario de serlo, manipular la opinión pública y disfrazar de verdad a la mentira, es sin ninguna duda el caminito trazado hacia nuestra propia esclavitud, por aquellos que se valen de los bajos instintos humanos (codicia, chismografía, envidia, hipocresía, culto a la imagen por sobre la esencia humana, desesperanza, venganza) para desviar a las masas del propio progreso y del disfrute de la libertad apenas conseguida".
El elenco y su directora, Nena Córdoba (arriba a la izquierda). Gentileza de Alfonso García
Para reflexionar
El buen teatro independiente asume para sí mismo una función social: la de fomentar el pensamiento crítico, la de representar sobre las tablas intereses, ideologías, situaciones que "incomoden" al espectador. Así, en ese silencio de la sala oscura él pueda escuchar su voz interior. "La enorme preocupación por un medio ambiente destrozado por el poder, las guerras y la codicia atraviesan la propuesta de nuestra ficción apocalíptica. El exterminio de los vulnerables por raza, pobreza, enfermedad, pensamiento crítico, en nuestra ficción genera otro exterminio: el del género. La mujer por años, siglos, milenios ha sido arrastrada hasta por la propia Biblia como símbolo del mal, de la víbora, del demonio. Mala estrella a la que hay que apagar, como se exterminó a tantos en la historia cuando se atrevieron a enfrentar al poder. Hay mucho exterminio en esta obra... muchos son tácitos", especificó Nena.
También en el muro de Nena consta que "Alfa y omega" se va a estrenar después de muchos obstáculos. ¿Cuáles fueron? "Fueron, en forma literal, personales. Que si por trabajo, que si por enfermedad, que si por falta de plata o de tiempo para el arte", sintetizó. Agregó que iba bebiendo una buena dosis de decepción por cada elenco que "se pinchaba", por los "muchos actores y actrices que podrían haber sido y no son" y que esa situación le imposibilitaba un cierre de la historia y de la estructura dramática. "No soy dramaturga, así es que escribo mientras voy construyendo con los actores un sentido o una ficción. Por eso, cada vez que un actor o actriz nos abandonaba había un replanteo con los que quedaban. No fue nada fácil y como trabajé con información periodística real en intertexto, se complicó aún más. Cada día, la información se volvía vieja. Por eso digo que hay exterminios tácitos en la obra. La pandemia nos dejó bastante miedo e intolerancia y muchas cosas que pasaron también podrían ser consecuencia de ello... El exterminio de la esperanza, por ejemplo, o de la fe en uno mismo, del amor propio", expresó.
Dobles roles
Según la cartelería difundida, los actores interpretan dobles roles. ¿Hay cuatro perfiles periodísticos? ¿Hay personajes nefastos que representan a los predadores del Primer Mundo?
"Los periodistas son perfiles de la mediatización de la vida y la fachada de la imagen, pero podrían ser políticos o cualquiera con posibilidad de un micrófono o sea con la posibilidad de hacerse viral, masificado y universal, un sentido común dominante... o dominado. Ellos son más bien, el presente, es como hoy se ve la vida, muchas veces se vive una tragedia, pero la banalización de las cosas, la frivolidad, el que dirán o el horror de no ser popular o famoso, de no tener el favor del poderoso tapa e invisibiliza la realidad", anticipó Nena. Añadió que los actores en el futuro son personajes ficticios que cuentan cómo se perdió el mundo y cómo volvió a empezar, y volvió a perderse y volverá a empezar... "Y sí, a veces el actor será un vulnerable y otras veces un predador, más bien países predadores que cambian sus nombres por números según el dominio que les corresponde. En un futuro los países solo serán dominios, según nuestra perspectiva", afirmó.
¿Siente Nena que el teatro del micrófono y la política es más oportuno que nunca cuando hay un clima de apocalipsis en las calles, "de antes y después de octubre", por que hay candidatos que representan la devastación de los derechos adquiridos?
"Siento más bien que, como todo lo que prioriza la imagen, hay un falso teatro que vende discursos al mejor postor o que compra ficción al mejor actor (estoy metaforizando). Siento que todo es un verso, pero porque hay audiencia que quiere escucharlo. Crecí en el teatro oyendo a mis maestros horrorizarse porque el público aplaudía al 'mal teatro', porque el público aplaudía a rabiar y enriquecía a los artistas de esas 'comedias baratas y simples' que nada aportaban al crecimiento intelectual", se explayó Nena. Sin embargo, dilucidó que hay público para todo: para el entretenimiento, para la reflexión, para la crítica. Y continuó con aquella traslación del sentido evidente a otro figurado, en virtud de las comparaciones tácitas.
"Siento que los políticos y los periodistas son iguales, leen a su público y le dan lo que quieren para tener laburo y para perdurar en el poder. ¿Ves? Otro exterminio, el de la autenticidad. Milei, Bulrich, Massa, Bergman, Schiaretti... ¿nunca dejaron la escena verdad? Somos su público. Solo tenemos que elegir a alguien que 'peque' de auténtico. Ese va a defender nuestros intereses y no los de los extranjeros", precisó. E invocó con sus palabras aquella misión del teatro independiente de propiciar el aprendizaje colectivo a partir de las experiencias humanas, de ser un instrumento para la participación activa en la transformación de la realidad.
"Hoy el enemigo son los países extranjeros, ávidos de nuestros recursos naturales... No el peronista o el radical o la derecha o la izquierda. Lo demás es puro circo, eso de dolarizar juega con la ignorancia de cierto público al que Miley ha leído muy bien. Eso de 'exterminar al kirchnerismo' juega con el odio al diferente y sobre todo al peronista y a la figura de una mujer que superó a muchos hombres y por eso muchos hombres no la toleran. Pero las ideas no se matan, se mata a la gente. Juegan con el odio del público y tienen muchos falsos profetas para eso: los periodistas que se venden al mejor postor. Nunca entenderán el teatro porque lo desmerecen y lo desmerecen porque los desnuda. A mí nunca me preocuparon los políticos. Tengo la plena conciencia de que mientras haya democracia son ellos quienes deben servirme. Porque los políticos 'deberían' ser servidores públicos. Lo que me preocupa es la ignorancia y la falta de valores en muchos argentinos que se dejan endulzar por esos falsos profetas de la libertad. Ese egoísmo, esa estupidez es el verdadero fin del mundo", cerró.
Dónde venden las entradas
Las entradas para la obra "Alfa y omega" valen $2000 y está vigente una promoción de dos ingresos por $3000. Están disponibles en la boletería de la Casa de la Cultura (Caseros 460).