Un reciente informe del Indec muestra que el consumo va en caída sin freno. Aunque se desacelera la inflación, los precios de los productos básicos quedaron muy lejanos para los bolsillos de los trabajadores, que en general no tuvieron subas salariales en el mismo ritmo.
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Un reciente informe del Indec muestra que el consumo va en caída sin freno. Aunque se desacelera la inflación, los precios de los productos básicos quedaron muy lejanos para los bolsillos de los trabajadores, que en general no tuvieron subas salariales en el mismo ritmo.
¿Qué puede comprar un salteño con $14.271? Según el organismo estadístico, es lo que en promedio gastó cada habitante en enero en compras en un supermercado. Entonces si se toma una familia de cuatro integrantes, el monto promedio es de $57.084. Parece poco para lo que en verdad cuesta ir a hacer esas compras. Claro, no todos van a esos centros de ventas y, en síntesis, el número es alarmante. Hay provincias que tienen un peor nivel de consumo, lo que expone un fuerte recorte.
El volumen de ventas en los supermercados fue en Salta en el primer mes de año fue de 21.312 millones de pesos. Con respecto al año pasado, hubo un incremento de 231,5%. El porcentaje quedó muy abajo de la inflación interanual que fue de 254,2%. En los supermercados admiten que los salteños llevan lo justo y lo necesario pero a la hora de pagar, "viene el dolor de cabeza". Un dato de cuenta de eso. En enero de 2023, la compra total de los salteños había sido de 6.429 millones contra los 21.312 millones de este año.
La imposibilidad de acceder a bienes y productos básicos por no contar con el dinero suficiente condena a muchas familias a la pobreza. Además, hasta para comer tienen que financiarse. El 40 por ciento de las compras en los súper se hizo con tarjeta de crédito.
En Salta, el 2023 cerró con un 42,4% de la población bajo la línea de la pobreza monetaria. En diciembre de 2022, el porcentaje era 40,1%. Solo en el Gran Salta, que tiene un mayor movimiento económico, se reportaron 280.558 personas pobres. En el segundo semestre de 2022 fueron 262.588. Es decir que en un año pasaron a esa situación 17.790 personas. No solo cayó el consumo sino quienes pueden consumir.