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En Argentina, más del 70% de los niños no consume suficientes frutas y verduras, una señal clara de que la alimentación infantil atraviesa una crisis silenciosa. Esta situación repercute directamente en la escolaridad: 7 de cada 10 chicos en edad escolar faltan a clases por enfermedades, una consecuencia directa de la deficiencia de micronutrientes, que compromete su desarrollo físico, cognitivo y social. Los hábitos alimentarios incorrectos —ya sea por selectividad, dietas restringidas o falta de acceso— generan malnutrición crónica, lo que afecta la estatura, el peso y el índice de masa corporal.
Un reciente informe del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA) revela que tres de cada cuatro niños argentinos de entre 4 y 12 años no alcanzan las ingestas recomendadas de nutrientes esenciales como vitamina D, calcio, ácidos grasos omega 3 y hierro. Esto impacta negativamente en el desarrollo óseo, la función inmunológica y el rendimiento cognitivo de los niños.
Al respecto, la Dra. Valeria Blumetti, Pediatra (MN 101.859) sostuvo: “Es fundamental prestar atención a la calidad nutricional de la alimentación en los niños mayores de 4 años, no solo en los más pequeños, especialmente en casos de dietas restrictivas o de selectividad alimentaria. Muchas deficiencias de micronutrientes se observan en niños con peso y talla normales, lo que las hace pasar desapercibidas. Según la Sociedad Argentina de Pediatría, si un niño consume menos de 15 alimentos diferentes, puede presentar desnutrición oculta o un déficit de micronutrientes. En este sentido, la cocina del hogar cumple un rol clave: promover variedad y calidad nutricional desde casa es una práctica esencial de autocuidado y resulta decisiva para fortalecer el sistema inmunológico.”
No se trata solamente de consumir alimentos con buen perfil nutricional. Está comprobado que la combinación de vitaminas y minerales esenciales, como, por ejemplo: Vitamina A, C, D, E, K, B3, B6, B12, Biotina, Zinc y Yodo; son pilares esenciales para el normal desarrollo y crecimiento de los niños.
La malnutrición infantil tiene una triple dimensión: desnutrición, sobrepeso y deficiencia de micronutrientes. El 43% de los niños entre 6 y 12 años presenta malnutrición, y 4 de cada 10 niños menores de 6 años sufren deficiencias de micronutrientes. En la Argentina, el 56% de los niños en edad escolar tiene déficit de al menos un micronutriente.
“Creemos que la malnutrición infantil debe abordarse desde todos los ámbitos: el hogar, la escuela y el sistema de salud. Es clave promover una alimentación equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, lácteos y cereales integrales, y fomentar hábitos saludables desde la infancia para prevenir deficiencias nutricionales y sus consecuencias a largo plazo.” Sostuvo Luciana Armengol, Médica Especialista en Medicina Farmacéutica y Gerenta Médica en Bayer Cono Sur (MN 112.756)