La celebración de halloween sorprendió este año, superando incluso en convocatoria a los festejos del Día del Niño y carnaval.
La tradición celta, que venía creciendo paulatinamente, eclosionó en vísperas del Día de Todos los Santos, con miles de niños con sus disfraces recorriendo las calles de las diferentes localidades del Valle de Lerma y de la ciudad de Salta.
Entre las celebraciones espontáneas más convocantes, estuvieron las de barrio El Huaico, en zona norte, y en la localidad de Cerrillos.
Otro punto destacable, fue la cantidad y la calidad de los disfraces. Los más pequeños no solo lucieron los típicos atuendos que se pueden adquirir en el comercio, sino también vistieron producciones propias en las que no escatimaron en tiempo de elaboración, ni en gastos ni en tecnologìa, ya que muchos fueron diseñados utilizando luces LED, pantallas y sonido, etc.
¿Qué motivó esta masiva manifestación espontánea de los salteños? Se trata de una pregunta que requiere de un minucioso análisis. Lo cierto es que los disfraces y la posibilidad de recolectar golosinas con tan solo invocar “dulce o truco”, atrajeron la atención de los chicos y también de los padres, que acompañaron de cerca las actividades.
Un dato relevante: los comerciantes también se sumaron a halloween y repartieron caramelos, chupetines y helados a diestra y siniestra. "Me sorprendió gratamente que muchos negocios de Cerrillos, algunos conocidos por ser 'codito' como se dice vulgarmente, hayan hecho felices por un rato a tantos chicos", comentó Carlos, un docente de camino a La Merced.
Todo hace pensar que la Noche de Brujas llegó para quedarse e incorporarse definitivamente al calendario de las principales fiestas locales.