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Gimnasia y Tiro se juega esta tarde en Caballito algo más que tres puntos. A partir de las 19, el Albo enfrentará a Ferro Carril Oeste por la 21ª fecha de la zona A de la Primera Nacional, con el gran desafío de sumar fuera de casa y sostener su lugar entre los puestos de clasificación.
El equipo dirigido por Fernando Teté Quiroz arriba a Buenos Aires con ilusiones renovadas y la intención de dejar atrás su deuda pendiente: la falta de solidez en condición de visitante. Si bien el millonario salteño se mantiene entre los ocho primeros -zona de reducido-, todavía le cuesta afianzar su juego lejos del Gigante del Norte.
La gran novedad en la semana fue la baja confirmada de Matías Morello, suspendido por tres fechas tras su expulsión en el triunfo agónico ante Almagro (1-0). Esta ausencia abrió el abanico de dudas en el mediocampo, donde Quiroz probó variantes hasta último momento. Entre los posibles reemplazantes aparecen Franco Sivetti y el experimentado Walter Busse. La decisión final se conocerá horas antes del partido.
En contrapartida, el técnico recupera a Juan Galetto, quien superó una lesión y viajó con el plantel ayer a Buenos Aires. Su presencia le aporta equilibrio y personalidad a un mediocampo que deberá resistir la presión del local.
Del otro lado, Ferro transita horas convulsionadas. La mala campaña obligó a los dirigentes a un golpe de timón: Sergio Huevo Rondina asumió la conducción técnica el lunes pasado y hoy tendrá su debut oficial. La misión no será sencilla: el conjunto de Caballito apenas ganó uno de sus últimos siete partidos (tres empates y tres derrotas) y se ubica en el 12° lugar con 24 puntos, a dos de la zona de reducido y a cinco del descenso.
Oeste vive un momento de urgencia. Necesita cortar la mala racha y reencontrarse con su gente. Rondina, reconocido por su estilo ofensivo, buscará encender a sus jugadores y contagiar rebeldía.
Gimnasia y Tiro, por su parte, apuesta a la paciencia y al orden táctico como armas principales. Quiroz sabe que sumar en Caballito puede significar un gran paso para afianzarse en los puestos de privilegio y soñar con luchar por el ascenso.
El Albo llega con la moral alta tras la victoria ante Almagro y con la motivación intacta. Sin embargo, sabe que el desafío es doble: no solo debe enfrentar a un rival herido, sino también a la presión de un estadio que exige resultados inmediatos.
El duelo en Caballito promete emociones, tensión y, para Gimnasia y Tiro, la oportunidad de demostrar que su ambición no tiene fronteras. Esta tarde, el Albo va en busca de puntos, pero sobre todo, de confirmar que está por el buen camino.