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La filosofía va abriendo caminos, tendiendo puentes y buscando alternativas para llegar a lugares insospechados. Son varios los filósofos actuales que, a nivel nacional, hacen programas de televisión, producen contenidos en redes sociales, hablan por radios. En Salta, nuestra "Lila" José escribe poemas que llevan el adictivo narcótico de la filosofía; poemas que se prueban y no se pueden soltar.
En abril publicó "Logos poético. 100 poemas para filosofar" y desató su alucinante puerta.
Lila es profesora de Filosofía por la Universidad Nacional de Tucumán y Doctora en Filosofía por la Universidad Nacional de Salta. En la UNSa le otorgaron el grado de Profesora Honoraria. Ejerció la docencia en las dos universidades salteñas y ha sido invitada por muchos claustros nacionales e internacionales.
No es casualidad. Se trata de su decimoquinto libro de poesías. Por lo que agradece siempre el trabajo realizado con la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). "Mi agradecimiento muy especial a la SADE, por todo el cariño, el apoyo constante, y a su presidente, Eduardo Medina, que también consiguió que el libro fuera presentado el 29 de abril pasado, en la Feria del Libro de Buenos Aires", dijo Lila.
Le tengo que agradecer a toda la familia Flandorffer Nallar y a mis prologuistas Pablo Kildegaard y Marcelo Vera, dilectos ex alumnos y ahora destacados colegas. Qué mejor para un maestro cuando los discípulos lo superan", dijo contenta.
También mencionó a Nicolás Caramella que la ayudó para que el libro salga en soporte papel, a Daniel Peiró por el diseño artístico del libro; a Mónica Villa, por el cuadro; y a Pancho Aráoz, por la impresión.
Este libro fue presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires el 29 de abril pasado y en esa oportunidad, su amiga y colega, Martha Frassinetti, ex titular de la cátedra Didáctica de la Filosofía, de la UBA, explicó cómo se pueden utilizar los poemas de Lila como un recurso didáctico para enseñar Filosofía.
"Como filósofa y poeta, también me pregunto constantemente quién soy; y soy un montón de cosas que se me insinúan siempre abiertamente, nunca categóricamente. A veces soy mi propio laberinto. Otras veces, soy mi mismidad, pero a menudo niego que haya esencias y me percibo solo como una leve existencia deviniente. A veces me autopercibo como piel, tiempo y olvido, siempre paradójica, a veces loca, a veces cuerda, siempre dual. Y otras veces simplemente muy feliz como en este momento que me acompañan todos ustedes, gracias nuevamente. Pero, y para ir terminando, les quiero contar cómo me siento cuando poetizo. Tengo la sensación que yo no hablo, sino que soy hablada", dijo en el discurso que dio en la Feria del Libro.
En su diálogo con El Tribuno dijo sentirse "plena y feliz" porque a su libro lo ven como una herramienta para enseñar la Filosofía, como un recurso didáctico para ser utilizado en las aulas.