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Si desde hace tiempo los Globo de Oro perdieron la capacidad de adelantar lo que luego sucedería con los premios más importantes de la temporada, los Oscar, lo que sucedió en la noche del domingo fue tan extraño, que se pasó de prever una noche sin sorpresas con el anuncio de los primeros ganadores, a quedarse en más de una oportunidad con la boca abierta en el living o en la cama frente al televisor.
Lo primero que hay que decir es que las grandes ganadoras de la noche fueron El brutalista, un dramón de tres horas y 35 minutos, con Adrien Brody, y Emilia Pérezz, musical estilo burlesque de Jacques Audiard.
La primera ganó tres estatuillas (mejor drama, actor protagónico para el mencionado Adrien Brody y director para Brady Corbet, que ya había ganado ese premio en el Festival de Venecia, donde tuvo su premiere mundial).
La segunda terminó siendo la más ganadora en Cine, llevándose 4 estatuillas, a mejor comedia o musical, película hablada en lengua no inglesa (es mayormente en español), mejor actriz de reparto para Zoe Saldaña y mejor canción -El mal-). El brutalista se estrenará en la Argentina el jueves 6 de febrero, y Emilia Pérez, el 23 de enero.
Las sorpresas
Hasta aquí, todo más o menos previsible. Las sorpresas vinieron cuando Sebastian Stan ganó como mejor actor de comedia por Un hombre diferente (que se vio en el Festival de Mar del Plata en noviembre), y no lo hizo Jesse Eisenberg por Un dolor real (otra que pasó por la Ciudad Feliz y estrenará en cines argentinos el 23 de enero).
Y qué decir cuando mejor película de animación no fueron ni Robot salvaje, que en todas las encuestas aparecía como favorita, ni Intensa mente 2, sino la lituana Flow. Cuenta la historia de un gato negro que se despierta en un mundo inundado y sin humanos, y que se une a un grupo de animales que deben aprender a convivir. No tiene diálogos y Lituania la mandó al Oscar a mejor película internacional. Y ya pasó el primer corte, así que, en una de ésas.
Y la sorpresa fue mayor cuando la brasileña Fernanda Torres obtuvo el de mejor actriz en drama, por I'm Still Here, del brasileño Walter Salles (Diarios de motocicleta), dejando a las favoritas Angelina Jolie (interpreta a María Callas en María, que llega el 20 de febrero) y Nicole Kidman, como la mujer casada exitosa que se enamora de un joven pasante en Babygirl, estrenada el jueves pasado en la Argentina. Todas ellas, como dijo la presentadora Viola Davis, son icónicas por derecho propio.
Demi Moore
Lo de Demi Moore, quien dijo que nunca había ganado un premio como actriz, pero se olvida de los 4 Razzies que ganó, 3 como peor actriz, también fue inesperado. No solo porque La sustancia es más un filme de horror que comedia (de musical no tiene nada), sino porque competía con Cynthia Erivo por Wicked, y con la actriz trans Karla Sofia Gascón (Emilia Pérez), y la que parecía favorita, Mikey Madison, por Anora.
Ahí tienen otra sorpresa: Anora, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, no ganó ninguna estatuilla de las cinco a las que aspiraba, la mencionada a mejor actriz, y a musical o comedia, director, guion o actor de reparto. Lo mismo sucedió con la mencionada Robot salvaje, y con A Complete Unknown en la que Timothée Chalamet, que había llegado de lo más sonriente a la ceremonia, interpreta a Bob Dylan (estrena, si nada cambia, el 30 de enero).
"Actriz de pochoclo"
En su discurso, Moore continuó diciendo que un productor le había dicho antes en su carrera que era una "actriz de pochoclo", lo que siempre la había hecho pensar que tenía opciones limitadas.
Wicked debió conformarse con ser elegida como el "mejor logro cinematográfico y de taquilla", un premio que vaya uno a saber con qué vara se mide, porque recaudó en taquilla 681 millones de dólares en todo el mundo, pero Intensamente 2 recaudó 1.700 millones, y Deadpool & Wolverine, 1.338 millones.
Y acá es cuando empezamos a pensar que los Globo de Oro, más que entregarse, se repartieron. De los 15 premios en Cine, restando los 4 a Emilia Pérez y los 3 a El brutalista, quedan uno a Cónclave (guión), uno a Un dolor real (Kieran Culkin, actor de reparto), los mencionados a Demi Moore por La sustancia, a Sebastian Stan por Un hombre diferente, a Fernanda Torres por I'm Still Here, los de Wicked y Flow, más mejor música a Desafiantes.
En televisión
Colin Farrell ganó por El Pingüino, secuela de Batman, de HBO, interpretando a Oswald Cobb bajo capas de prótesis, por lo que impidió que Bebé reno arrasara, a pesar de que la miniserie de Richard Gadd sí ganó en la categoría de serie y en actriz de reparto, en la que Jessica Gunning fue premiada por su interpretación de la acosadora Martha.
Pero sí eran seguros los premios a Jodie Foster por True Detective: Night Country, y los cuatro a Sh gun (que eran los cuatro a los que fue nominada: mejor serie dramática y tres para actuaciones). "Tal vez no me conozcan. Soy un actor de Japón, íy mi nombre es Tadanobu Asano!", dijo al ganar este intérprete como actor de reparto.