inicia sesión o regístrate.
La figura de Yiya Murano, la mujer que en los años setenta envenenó a tres amigas con masitas y fue condenada a cadena perpetua, vuelve a la pantalla en una versión que combina drama, ironía y crimen. La serie “YIYA”, coproducida por Flow, Kuarzo Entertainment Argentina e Idealismo Contenidos, se presentó el martes 4 de noviembre en el salón Central de La Rural, ante un público de prensa, actores y referentes de la industria audiovisual. El estreno será el 13 de noviembre en el On Demand de Flow.
El evento, en el que participó El Tribuno, reunió a las figuras del elenco —Cristina Banegas, Julieta Zylberberg, Pablo Rago, Laura Novoa, Mónica Antonópulos, Cecilia Dopazo, Diego Cremonesi, Boy Olmi, Malena Narvay, El Purre, Rochi Igarzábal y Fabio Aste, entre otros— junto a Antonio Álvarez, director de Programación y Contenidos de Telecom Argentina, y Martín Kweller, CEO de Kuarzo. Ambos destacaron que la producción reafirma la apuesta de Flow por la industria nacional y por narrar historias argentinas con calidad cinematográfica.
Durante la conferencia de prensa posterior, Julieta Zylberberg habló sobre el desafío de interpretar a una mujer tan contradictoria y mediática. “Fue divertido interpretarla, aunque suene extraño decirlo de alguien tan siniestro. La hemos visto en tantos programas de televisión, en notas, en reportajes, que ya teníamos una imagen pública de ella. Lo interesante fue hacer nuestra propia versión, imaginar su intimidad, la parte que no se conocía”, dijo la actriz. Zylberberg contó que consultó a su hermana, psiquiatra, para construir la psicología del personaje: “Le pregunté cómo son los psicópatas, y me dijo: no tienen empatía, no sienten culpa, no tienen escrúpulos. Entonces el trabajo fue vaciarme de toda emoción, despojarme de lo humano. No fue fácil, porque uno como actor siempre busca la emoción; acá era lo contrario, eliminarla”.
Cristina Banegas, que interpreta a Yiya en su etapa final, reflexionó sobre la dimensión humana del personaje: “Me pareció muy interesante trabajar esa última edad, la Yiya del geriátrico, con Pablo Rago, con quien no habíamos trabajado juntos. Fue un trabajo de conversación, de tensar el diálogo entre lo que se dice y lo que se oculta. Yiya es un personaje profundamente teatral: una mujer que vive actuando, incluso frente a su entrevistador. Había que sostener el humor y la maldad que corresponden para construir semejante figura”.
Pablo Rago, que interpreta al periodista que investiga su historia, aportó una mirada complementaria: “Fue muy fácil: me puse un saco, me senté frente a Cristina y empezamos a jugar. Trataba de descubrir cuándo me mentía, cuándo no. Sabemos que Yiya mentía todo el tiempo, incluso cuando decía la verdad. Lo interesante fue descubrirla a medida que avanzaban los días de rodaje. Además, se grabó en orden cronológico, lo que nos permitió acompañar esa evolución como si realmente la estuviéramos entrevistando. A pesar del frío del invierno, hubo un clima hermoso de trabajo”.
En la conferencia, Banegas destacó también la puesta visual de la serie: “Está muy bien lograda la época, eso me encanta siempre. La ambientación, la ropa, los colores, todo te lleva a esa Buenos Aires que existía alrededor de Yiya”. Rago coincidió: “Tiene un elencazo, una gran dirección y una estética muy cuidada. Es divertida, tensa, visualmente hermosa. El que conoció la historia se va a sentir reflejado, y el que no, va a querer googlear quién fue Yiya Murano”.
La serie, inspirada en el libro del periodista Rodolfo Palacios, está dirigida por Mariano Hueter, con guion y dirección artística de Marcos Carnevale, producción general de Martín Kweller y producción ejecutiva de Maru Mosca. Son cinco episodios de treinta minutos y un sexto, de carácter documental, que se estrenará más adelante. La trama aborda distintas etapas de la vida de Yiya, desde sus crímenes hasta su vejez, con una mirada que combina rigor histórico y una narración estética y emocional.
Al cierre de la charla, el elenco invitó al público a descubrir esta historia que mezcla humor, suspenso y crítica social. “Se la van a devorar... como las masitas”, bromearon entre risas, evocando el apodo con el que la prensa bautizó a Murano en los setenta.
Con YIYA, Flow y Kuarzo amplían su catálogo de producciones nacionales, en línea con títulos recientes como Vidas negras, reafirmando su compromiso con el desarrollo del audiovisual argentino y con un público que busca contenidos con identidad, historia y calidad cinematográfica.