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En una reñida elección, los ciudadanos de Estados Unidos concurrieron a la urnas ayer para definir a su próximo presidente entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
Luego de que cerraran los comicios, comenzó un extenso recuento que en algunos estados se hizo más largo debido a lo ajustado del resultado entre los dos postulantes.
Pasada la medianoche, el candidato del Partido Republicano llevaba la delantera, aunque faltaban contabilizar los distritos que definirán al ganador.
Entre los primeros estados que confirmaron sus números finales no se dieron sorpresas, por lo que se aguardaba con expectativa la definición en los siete estados pendulares: Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Nevada, Michigan, Wisconsin y Arizona.
En esos últimos tres estados, los comicios cerraron a las 23.30, por lo que los resultados se esperaban para la madrugada.
Para ganar, un candidato debe llegar a los 270 electores, sobre un total de 583 en juego, en el marco de un sistema electoral indirecto que elige a sus representantes a través del Colegio Electoral.
Esta la madrugada, a la 1.30, Trump tenía asegurados 247 electores, mientras que Harris acumulaba 210. Aún faltaba terminar el escrutinio en una decena de estados, entre los cuales figuraban la mayoría de los siete considerados "estados bisagra".
"Si es justa..."
Al votar en Florida, donde recibió un contundente apoyo de la comunidad latina, Trump aseguró ayer que reconocerá una eventual derrota si es en "una elección justa" al emitir su voto en el estado de Florida.
El expresidente también se mostró preocupado por el uso de las máquinas empleadas en la votación electrónica, durante los comicios que se llevaban a cabo ayer en los Estados Unidos.
"Si pierdo una elección, si es una elección justa, sería el primero en reconocerlo. Hasta ahora creo que ha sido justa", expresó Trump en rueda de prensa.
Vestido con uno de sus clásicos ambos azules, sin corbata y con una gorra de color rojo, el magnate aseguró que no habrá ningún tipo de violencia tras los comicios.
En el mismo sentido, sostuvo que sus militantes no creen en la violencia.
"No hace falta que se lo diga. Desde luego que no habrá violencia. Ciertamente, yo no quiero ninguna violencia, pero, en cualquier caso, no hace falta que les diga nada (a sus seguidores)", afirmó.
Optimismo sin miedo
La Universidad de Howard, la misma en la que Kamala Harris se graduó en 1986 y ahora convertido en su cuartel general para el escrutinio, esperaba anoche con un optimismo sin miedo que su exalumna más prestigiosa, la vicepresidenta estadounidense, llegue a la Casa Blanca y evite un segundo mandato del expresidente Trump.
El campus se convirtió en el epicentro en Washington desde el que el movimiento demócrata siguió el desarrollo de la jornada electoral.
Enmarcada por grandes banderas nacionales, su plaza retransmitió en directo y de forma escalonada los resultados y acogió a estudiantes, actuales o ya graduados, para arroparla en esa hipotética victoria.
"Hay mucho en juego, pero estoy 100 % confiado", explicaba anoche Deon Auzenne, doctorando en Psicología Clínica.
La jornada electoral
1.- Miembros de la campaña de Donald Trump y simpatizantes congregados en el cuartel general de los republicanos en Florida mantienen el optimismo por el avance del escrutinio en estados clave y consideran que los datos muestran que tanto los latinos como el resto de los votantes han confiado en las propuestas económicas de su candidato.
2.- Los votantes de Florida rechazaron ayer dos medidas electorales que buscaban proteger el derecho al aborto y legalizar la marihuana recreativa.
3.- Una jornada electoral mayormente tranquila a nivel nacional se vio empañada ayer en varios estados en disputa por una serie de amenazas de bomba en partes de Arizona, Georgia y Pensilvania, que resultaron ser engaños, pero obligaron a evacuar a los ciudadanos y a ampliar su horario de votación en algunos lugares.