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22 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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“Fue un impacto directo”: habló el cura argentino herido en el ataque israelí a la única iglesia católica de Gaza

Gabriel Romanelli, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza, rompió el silencio tras el bombardeo israelí que lo dejó herido y causó tres muertos. Negó que haya sido un error y reveló cómo se salvó la cruz del templo.
Lunes, 21 de julio de 2025 08:01
Gabriel Romanelli, cura argentino herido en un bombardeo israelí, dijo que el bombardeo sobre la parroquia “fue una sorpresa” y lamentó la muerte de tres personas.
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Mientras el mundo clama por un alto el fuego en Gaza, la voz del cura argentino Gabriel Romanelli resuena con fuerza entre los escombros de la única iglesia católica en la Franja, atacada el jueves por un misil israelí. El sacerdote, que resultó herido en una pierna, se mostró escéptico sobre la versión oficial del Ejército de Israel, que calificó el bombardeo como “un disparo fortuito”.

Fue un impacto directo. No fue un error. Pegó en el frente del templo, que es de piedra. Las esquirlas hirieron a varias personas. Esto fue una explosión, y se ve claramente”, denunció Romanelli, en diálogo con medios religiosos desde Gaza.

El ataque, confirmado por el Patriarcado Latino de Jerusalén, dejó al menos tres víctimas fatales y quince heridos, entre ellos dos jóvenes que se encontraban en el edificio en ese momento. Según relató el propio párroco, el impacto ocurrió poco después de que terminara una reunión en su despacho. “Me acerqué a tomar unos mates con una joven que vino a ayudar y entonces se escuchó la explosión”, reconstruyó.

La Iglesia de la Sagrada Familia, ubicada en el norte del enclave palestino, forma parte del Patriarcado Latino y se había transformado en un refugio para casi 500 civiles, desde que comenzaron los enfrentamientos. Romanelli había advertido a los niños y refugiados que permanecieran bajo resguardo, pero el calor hacía difícil que se mantuvieran en el interior.

“Con una piedra, la cruz se salvó”, relató emocionado. El objeto sagrado, que presidía la entrada del templo, resistió el ataque. Es, para Romanelli, un símbolo de resistencia y fe en medio de una tragedia que sacudió los cimientos de la comunidad cristiana en Gaza.

El Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, confirmó que Romanelli fue uno de los heridos y elevó su voz para pedir explicaciones. Cabe recordar que el sacerdote argentino había ganado notoriedad durante los primeros meses de la guerra por sus diálogos cotidianos con el papa Francisco, quien se comunicaba con él a diario.

Tras el ataque, el papa León XIV expresó su “profunda tristeza” y volvió a exigir un cese inmediato de la violencia en Gaza. En un telegrama firmado por su secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, el pontífice reiteró su llamado al diálogo, la reconciliación y la paz.

El bombardeo a la iglesia -considerado el último espacio católico activo en la zona- intensificó la presión internacional sobre el gobierno israelí para llegar a una tregua. Las conversaciones, mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos, continúan sin resultados concretos, aunque voceros israelíes señalaron que hubo “avances significativos” en las negociaciones con Hamas.

Mientras tanto, el cura argentino permanece en Gaza, asistiendo espiritualmente a los refugiados y cuidando lo que quedó en pie de su parroquia. “Estoy bien, lo de la pierna fue una infección menor”, dijo. Pero el dolor por las muertes y el impacto emocional del ataque siguen muy presentes.

La Franja de Gaza, devastada tras casi 22 meses de guerra, suma un nuevo capítulo trágico que esta vez toca de lleno al mundo cristiano, a la Argentina y a la ya frágil esperanza de paz.

Amigo personal del papa Francisco

Gabriel Romanelli, párroco argentino de la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, mantuvo una amistad cercana con el papa Francisco. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, ambos conversaban casi todos los días, en videollamadas o mensajes, para compartir la situación en la Franja y el bienestar de los refugiados

En esas charlas, el papa no solo se interesaba por hechos cotidianos –“¿Qué comieron hoy?”–, sino que también ofrecía consuelo y bendiciones a Romanelli y a quienes se refugiaban en la iglesia.

Francisco se convirtió en un miembro espiritual de esa pequeña comunidad, acompañando el miedo, la esperanza y las oraciones que ella albergaba.

El vínculo se mantuvo hasta poco antes de su muerte en abril de 2025, reflejando la implicación pastoral y humana de Francisco con Gaza. Romanelli valoraba mucho esos contactos: eran un símbolo de que, en medio de la guerra, no estaban solos

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