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Una modesta ermita que se construye en la platabanda, al inicio de la avenida Alberdi y a pocos metros de la intersección de las rutas nacionales 34 y 86, será el lugar de encuentro de miles de sanmartinianos y devotos de la Virgen de la Peña. El 8 de noviembre se reunirán en Tartagal para consagrar a la capital del departamento San Martín a la patrona del norte salteño.
La celebración mariana, que espera recibir peregrinos del sur de Bolivia, de otras provincias argentinas y de distintos santuarios marianos del país como San Nicolás y Catamarca, se realizará el sábado 8 de noviembre con la presencia de líderes religiosos de todo el país. Una vez inaugurado formalmente el templete, Oscar “El Chaqueño” Palavecino —reconocido devoto de la Virgen de la Peña, a quien dedicó una de sus canciones más sentidas— la homenajeará con su música desde un escenario ubicado a unos 300 metros, sobre la ruta nacional 86. De esta forma, se evitará interrumpir el tránsito vehicular por la ruta 34 y se preservará la seguridad de las miles de personas que asistirán a este gran tributo a la Virgen.
El nuevo templete, que construye el municipio de Tartagal, se encuentra en la etapa de los detalles finales y busca asemejar su arquitectura y colores al santuario ubicado al pie de los cerros, en el paraje homónimo Virgen de la Peña. La imagen de María de la Peña, de dos metros de altura, fue pintada íntegramente por el director y guardián del santuario, fray Rubén Sica.
Tras la última reunión de la comisión interinstitucional que funciona en Tartagal, fray Rubén Sica expresó: “Este hecho religioso será un antes y un después para Tartagal. Seremos la segunda ciudad en la Argentina consagrada a la Virgen, después de San Nicolás, porque son los dos únicos lugares del país donde se registraron apariciones marianas aprobadas por la Iglesia Católica. De hecho, debíamos haber sido los primeros, porque las apariciones aquí ocurrieron antes que en San Nicolás”.
Según la tradición oral, las apariciones de la Virgen de la Peña al pie de las serranías del Tartagal —a 13 kilómetros al norte de la ciudad— se registraron a partir de 1850. Sin embargo, los registros escritos sitúan la primera aparición en 1904.
“La aparición de nuestra Madre de la Peña es más antigua que los pueblos del norte de Salta. Lo que viviremos el 8 de noviembre es una gracia de Dios, sumada al hecho de que el Santuario tiene indulgencia plenaria por su asociación y reconocimiento con Santa María la Mayor, la primera basílica dedicada a la Virgen en Roma, donde hoy descansan los restos del papa Francisco. En 2013, con la consagración del templo en el paraje —agregó el religioso— obtuvimos el reconocimiento oficial de la Iglesia sobre las apariciones de la Virgen. Todos sabemos que no es algo sencillo de conseguir, porque deben existir pruebas fehacientes para ese reconocimiento. Si no se hubieran constatado, nunca se habría aprobado la consagración de este culto mariano.
Con esta consagración de Tartagal a la Virgen sueño, espero y, sobre todo, creo que este pueblo crecerá material y espiritualmente, en medio de tanta incertidumbre, cuando las empresas se van, se agotan las riquezas naturales y enfrentamos tantas otras dificultades cotidianas”, expresó fray Rubén Sica.