inicia sesión o regístrate.
Con un plantel de 20 agentes socio ambientales, dio inicio una campaña de descacharrado intensivo en la ciudad de Gral. Güemes, que se extenderá a todos los barrios de la ciudad, y se espera se desarrolle durante todo noviembre.
La campaña fue lanzada desde la plazoleta 14 de Abril, visitando en las dos primeras jornadas, a las familias de los barrios Georgias de Sur, San Antonio, San Isidro, San Vicente y Nueva Esperanza I.
El sistema aplicado es el mismo de años anteriores: las agentes socio ambientales se presentarán en cada una de las viviendas, asesorando a sus propietarios sobre los cacharros que deben extraer, para ser retirados al día siguiente por un camión recolector. "Lo ideal es que les permitan a nuestras trabajadoras ingresar al domicilio, porque ellas con su experiencia, saben cuales son los elementos inservibles que pueden llegar a contener agua, y transformarse en el lugar propicio para la eclosión de los huevos del mosquito transmisor del dengue" manifestó Ismael Veliz, director de Medio Ambiente.
Con esta campaña, coincidente con el inicio de las lluvias, se espera eliminar todo reservorio existente en los domicilios particulares, evitando una presencia masiva del mosquito Aedes Aegyptis durante el verano, lo que mantendría al municipio protegido contra la enfermedad.
El año pasado solo hubo un caso de dengue de tipo importado, es decir, de una persona que se contagió durante una visita a una provincia donde los casos se habían disparado. Este caso positivo no generó otros contagios, debido a que el índice de presencia de mosquitos era bajo y a la rápida aplicación del bloqueo sobre la vivienda de la persona enferma.
"Nos encontramos ya en la última etapa del ciclo de vida del Aedes, finalizando con la etapa ovicida, se apresta a eclosionar y transformarse en mosquito, para lo cual necesita del agua limpia. Creo que eso ya la gente lo tiene bien en claro, y sabe cómo debe actuar, especialmente en materia de prevención" expresó Veliz. Lo que siempre sorprendió a los agentes socio ambientales, es la capacidad que tienen las familias para acumular chatarras, lo cual se observa en las toneladas que son retiradas en cada campaña, donde se espera que cada año el volumen sea menor. Sin embargo el tonelaje se incrementa.
Permitir el ingreso de las personas identificadas como trabajadores municipales, para que puedan colaborar con el descacharrado, es por ley una obligación, que una familia impida el ingreso, permite presuponer que se trata de un lugar donde el fondo está descuidado, pudiendo ser un factor de riesgo para la salud de la comunidad más cercana, "encontramos bastante resistencia en algunas viviendas, inclusive llegaron a maltratarnos, nosotras no queremos ingresar solo para chusmear de cómo viven, sino para ayudarlos a deshacerse de los elementos inservibles que pueden albergar agua, los cuales no necesariamente deben ser eliminados, pudiendo ubicarlos en lugares seguros o de una forma que impida que se llenen de agua" expresaron algunas de las trabajadoras, de un grupo donde todas son mujeres, para darles más confianza a las familias, y porque son mucho más observadoras , pudiendo detectar elementos, que para otros podrían pasar desapercibidos.