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26 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
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Los argentinos renuevan el Congreso en busca de estabilidad

Se renueva un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados. Cualquiera sea el resultado, solo los acuerdos garantizarán gobernabilidad. 
Domingo, 26 de octubre de 2025 02:05
Ayer se terminó de distribuir el material y las urnas para la elección legislativa que se hará hoy en todo el país. NA
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Las elecciones de "medio término" que se celebrarán hoy renovarán el Congreso Nacional y definirán parte del funcionamiento político del país en los próximos dos años. Casi 36 millones de personas están habilitadas para votar. Se renovarán 127 bancas, que representan a mitad de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 senadores.

En cualquier escenario, el gobierno de Javier Milei no tendrá mayoría ni quórum propio y se verá obligado a lograr sólidos acuerdos basados en objetivos políticos con los sectores no oficialistas pero que transitan por "la ancha senda del medio", sostienen que el ajuste no debe ser con motosierra sino con bisturí y que la justicia social debe ser el verdadero objetivo. En otras palabras, piensan que el superávit fiscal y el freno a la inflación son logros indiscutibles que hay que conservar, pero que también la salud pública y la educación son valores insoslayables en la Argentina.

Por razones estrictamente políticas, esos compromisos son inimaginables entre el gobierno y el kirchnerismo. Pero son posibles e imprescindibles con los gobernadores y con otros bloques que pueden ser garantes de la gobernabilidad y la estabilidad del gobierno de Milei. Esos acuerdos, destinados a restablecer anteriores alianzas, le permitirían al presidente la aprobación de leyes y el número suficiente para sostener los eventuales vetos.

En esta elección nacional, por primera vez, se vota con una Boleta Única de Papel, con la cual se neutralizan en gran medida las trampas y las presiones de los punteros sobre los votantes. Y cada ciudadano elegirá la lista de senadores y la lista diputados nacionales que prefiera, y que pueden ser de un partido para senadores y de otros para la cámara baja. (La explicación detallada la encontrará en la página 15)

Un acto democrático

Las elecciones parlamentarias no son "para frenar al presidente" ni para llevar "a la extinción" a la oposición.

Votar es un acto esencialmente democrático. Es la consagración del respeto por la opinión pública, que en las sociedades democráticas es polifacética, se puede expresar y se puede representar en el parlamento. No existe en materia política la "voluntad popular", porque la unanimidad es casi una utopía. Esa denominación solo encubre la vocación absolutista de los líderes unipersonales.

Pero en las sociedades normales, el ánimo y la voluntad van variando. Por eso, al renovarse parcialmente el Congreso, y diferenciar lo ciclos de los presidentes y los legisladores, la percepción y las demandas de la sociedad se actualizan en la tarea legislativa. Y se fortalece la cooperación cuando se obra de buena fe.

Se supone que, en democracia, el sistema funciona en base al diálogo y al acuerdo. Pero la ambición del poder y las debilidades de los mortales obligan a preparar antídotos.

Por eso, según el constitucionalista Hernán Rodríguez Vagaría, se crearon pesos y contrapesos para reducir, todo lo posible, "la capacidad de daño de los gobernantes y de las mayorías de turno" y, añade "los defensores de la democracia liberal y de la Constitución Nacional no pueden olvidarse de ello".

El jurista dice también, en una publicación de Infobae, que "el sistema bicameral permite equilibrar la representación de los Estados provinciales y la representación demográfica pero también un mecanismo para 'enfriar' las iniciativas del Poder Ejecutivo y de las mayorías de turno".

Un momento crítico

En estas elecciones, existen muchas razones para concurrir a las urnas. El país atraviesa una coyuntura compleja, aunque no es nueva. El gobierno de Milei evitó un naufragio que en el 10 de diciembre de 2023 parecía inevitable, y que la misma vicepresidenta de entonces, Cristina Kirchner, describía como "estanflación". La deuda total del Estado generada por el financiamiento del déficit con emisión descontrolada de títulos y pesos era una de las causas; la otra, el deterioro del sistema productivo por un sistema tributario regresivo e ineficiente, por la inseguridad jurídica y política y por la ausencia de inversión para la innovación de la economía.

Pero el costo de esos avances es muy pesado para algunos sectores de la sociedad.

Los reclamos de jubilados, discapacitados y profesionales de la salud se hacen sentir, pero no son los únicos. En el Coloquio de IDEA, hace diez días, los empresarios avalaron el modelo de disciplina financiera y cambiaria, pero pidieron "más diálogo y menos personalismo" y la reactivación de la inversión y la actividad productiva, la generación de empleo privado y en blanco. Y pidieron al presidente y a los gobernadores "un diálogo constante y cooperativo para el desarrollo".

Reformas de segunda generación

El gobierno de Javier Milei enfrenta hoy un examen electoral que lo obligará a evaluar sus certezas. El dogma libertario, evidentemente, no es infalible. La política social y el rol del Estado en la construcción de calidad de vida no chocan con el derecho de propiedad ni con el sistema capitalista. Conciliar el equilibrio fiscal y la estabilidad de precios con el desarrollo de la microeconomía es la tarea pendiente. Si lo logra, va a recuperar la confianza que lo acompañó hasta hace pocos meses.

Por eso, los empresarios esperan que Milei negocie con gobernadores y bloques afines para avanzar con reformas de "segunda generación".

 

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