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La denuncia presentada por la senadora nacional Patricia Bullrich ante el Comité de Ética de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) contra el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y el tesorero de la entidad, Pablo Toviggino, derivó este lunes en un fuerte cruce público de acusaciones que mezcló política, fútbol y cuestionamientos personales.
Bullrich, referente de La Libertad Avanza, calificó el accionar de los dirigentes denunciados como “mafioso” y sostuvo que ese tipo de conductas “ensucian al fútbol argentino”. En el escrito elevado al órgano ético de la Conmebol, la senadora afirmó que Tapia y Toviggino estarían involucrados en presuntas violaciones a los principios de integridad y transparencia que rigen a las asociaciones miembro del organismo sudamericano.
Los argumentos de la denuncia ante Conmebol
En el documento, Bullrich señaló la existencia de posibles conflictos de intereses no esclarecidos y remarcó que los hechos denunciados coinciden temporal y materialmente con investigaciones judiciales en curso por presunto lavado de activos, evasión fiscal y ocultamiento patrimonial. Según el texto, estas circunstancias comprometerían seriamente los estándares de buena gobernanza exigidos por la Conmebol.
La senadora también hizo referencia a maniobras vinculadas a la adquisición, administración y tenencia de bienes de alto valor económico, a través de sociedades comerciales que, según planteó, habrían sido utilizadas como estructuras patrimoniales interpuestas. En ese marco, sostuvo que la intervención del Tribunal de Ética resulta necesaria para resguardar la credibilidad del fútbol sudamericano.
La respuesta de Toviggino y el cruce personal
Horas después de conocida la denuncia, el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, respondió públicamente a través de sus redes sociales. En su mensaje, remarcó que la AFA es una asociación privada y no un organismo del Estado, por lo que su dinero no es público ni sus contrataciones se rigen por la ley de compras públicas.
Toviggino defendió la administración de los recursos generados por la Selección campeona del mundo y afirmó que esos ingresos se destinan al sostenimiento de una estructura de más de 1.300 trabajadores, al mantenimiento de predios deportivos de nivel internacional y a la alimentación diaria de cientos de atletas. En ese mismo mensaje, el dirigente apuntó directamente contra Bullrich al mencionar a la cadena de cafeterías Tostado, presidida por su hijo Francisco Langieri, en un tono irónico y crítico.
El eje del ataque sobre la cadena Tostado
El dirigente de la AFA utilizó como argumento las denuncias públicas que pesan sobre la cadena gastronómica, vinculadas a la presunta dudosa procedencia de capitales y a la existencia de cheques rechazados, para cuestionar a la senadora. Langieri fue designado presidente del conglomerado en marzo de 2024, empresa que declara ingresos anuales por más de 63 millones de dólares.
Ese punto fue central en la réplica de Toviggino, quien buscó poner el foco de la denuncia hacia la situación empresarial del entorno familiar de Bullrich, generando un nuevo capítulo de confrontación pública.
La contraofensiva de Bullrich
Lejos de dar por cerrado el conflicto, Bullrich respondió con dureza al tesorero de la AFA. Aclaró que la denuncia presentada ante el Comité de Ética es contra Toviggino y Tapia, y no contra la institución AFA, y lo acusó de utilizar comunicados y presiones como herramientas para perpetuarse en el poder.
La senadora también sostuvo que la Justicia argentina investiga maniobras vinculadas al manejo de dinero, bienes de lujo y viajes privados, y cuestionó el destino de los fondos generados por la Selección y la publicidad. En ese sentido, reclamó explicaciones sobre por qué esos recursos, según afirmó, no se reflejan en mejores premios para los futbolistas ni en beneficios para los clubes.