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El Tribunal Oral N° 7 avanzó ayer con la lectura del requerimiento de elevación a juicio del expediente por los escritos de Oscar Centeno con la acusación de la Unidad de Información Financiera (UIF), que actúa como querellante en el tramo denominado "La Camarita".
El organismo antilavado comandado por Paul Starc sostuvo durante la onceava audiencia del debate que encabezan los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y German Castelli que la expresidenta Cristina Kirchner habría recibido 175 pagos ilegales por un total de 171.224.710 pesos y 613.000 dólares.
Según la presentación de la UIF, una de las empresas con vínculos comerciales con la entonces mandataria realizó 40 entregas de dinero ilícito que superaron los 85 millones de pesos.
Para la UIF, existió un "acuerdo espurio" entre funcionarios y empresarios que permitió sostener durante años un sistema de retornos vinculados a contratos de obras y servicios públicos.
Durante la lectura, que se extendió cerca de cinco horas, se describió un mecanismo que se apoyó en resoluciones firmadas por el entonces titular de la Dirección Nacional de Vialidad, Nelson Periotti. En ese entramado, los anticipos financieros variaban entre el 10 y el 20% del monto de las obras.
Pagos ilegales
Bajo ese andamiaje, la UIF atribuyó al entonces ministro de Planificación Federal Julio De Vido un rol central en la implementación del sistema. En tanto, su número dos, José López, habría sido el encargado de coordinar el esquema y el extitular de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, de ejecutarlo y el circuito se completaba con la intervención del financista Ernesto Clarens, como el recaudador.
Por otra parte, el TOF 7 leyó cargos por la aceptación de dádivas. "Se recibieron pagos ilegales en 175 oportunidades", sostuvo la querella y atribuyó responsabilidades de coautores a De Vido, Cristina Fernández de Kirchner, José López y Ernesto Clarens.