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La oposición intentará hoy abrir el recinto de la Cámara de Diputados para reactivar el debate de los proyectos sobre el criptoescándalo Libra que involucra al presidente Javier Milei, y de esa manera asestarle un golpe a un Gobierno que atraviesa una fase de debilidad política tras la demolición en el Senado de los pliegos para la Corte Suprema.
A esta altura, los bloques de Unión por la Patria (UxP), Democracia para Siempre y un sector de Encuentro Federal se resignaban a aceptar que los números no estarán, por lo que la estrategia parecía reorientarse a la lógica del "principio de revelación" y castigar a los vaciadores del quórum en una sesión en minoría.
El concepto de "principio de revelación", tomado de Milei, supone utilizar un escenario X para que queden cristalizados públicamente los posicionamientos de unos y otros sobre un tema trascendental.
En este caso, la línea divisoria que se busca trazar en el recinto es entre quienes tienen y quienes no tienen voluntad de investigar parlamentariamente las responsabilidades sobre la criptoescándalo Libra, y de impulsar iniciativas de inclusión para jubilados y personas discapacitadas.
"El gobierno nos bajó varios el fin de semana pero estamos dando pelea hasta el final. Si no hay sesión quedarán los dictámenes sin caer para insistir en otro momento donde gobernadores y otros se animen. Total la causa va a seguir avanzando en otros lugares", señaló un influyente diputado dialoguista.
Dentro de este conglomerado "dialoguista" ya no vale incluir al bloque de la UCR, que volverá a prestar su inestimable ayuda al Gobierno para que no avance ninguno de los proyectos sobre Libra, ni tampoco aquellos que plantean abrir una nueva moratoria previsional.
El acuerdo al que llegó Rodrigo de Loredo con los operadores del oficialismo es que los "boina blanca" no aportarán al quórum a cambio de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su informe de gestión a responda las consultas sobre el escándalo Libra.
Los números no dan
En la oposición contabilizaban para el quórum a 92 de los 98 diputados de Unión por la Patria, a 9 de los 12 de Democracia para Siempre, a 8 de los 15 de Encuentro Federal, los seis de la Coalición Cívica, los cinco del Frente de Izquierda. Hasta ahí, y siempre suponiendo que ninguno se ausente, la cuenta daba 121 y a lo sumo podrían arrimarse algunos diputados más a sus bancas como el santafesino Roberto Mirabella, el santafesino Mario Barletta, la mendocina Lourdes Arrieta y el santacruceño Sergio Acevedo. Sin embargo, sin apoyos del PRO ni de la bancada radical que presidente Rodrigo De Loredo, será muy difícil llegar a quórum para sesionar.