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En medio del clima político generado por las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, el juez federal en lo civil y comercial Alejandro Patricio Maraniello volvió a quedar en el centro de la escena. La semana pasada ordenó a los medios no publicar los audios atribuidos a Karina Milei, decisión que generó fuertes críticas. Paralelamente, enfrenta nueve denuncias en el Consejo de la Magistratura que comprometen seriamente su futuro.
Cinco de esas denuncias corresponden a acoso sexual a empleadas de su juzgado, mientras que las demás lo acusan de abuso de poder y desvío de fondos hacia una organización judicial que él mismo preside. Los expedientes se abrieron en 2024, cuando buscaba ascender a camarista, y a fines de agosto fue notificado para presentar un descargo por escrito en un plazo de 20 días ante la Comisión de Disciplina.
La Asociación de Empleados y Funcionarios del Poder Judicial de la Nación (Aefpjn) impulsó parte de las denuncias y solicitó que se disponga presencia policial en el juzgado para resguardar la integridad física y psíquica de los trabajadores.
Uno de los testimonios más graves es el de una empleada que relató haber sido hostigada apenas ingresó a trabajar. Según declaró, aceptó un encuentro con el magistrado fuera del horario laboral por temor a perder su empleo y allí sufrió tocamientos y besos no consentidos, además de sentirse obligada a mantener relaciones sexuales. Otra trabajadora denunció que recibió mensajes en redes sociales, comentarios sobre su vestimenta y maltrato laboral al rechazar pedidos personales del juez, además de sufrir acercamientos físicos indeseados.
Las consecuencias fueron severas: la víctima debió recibir medicación por cuadros de depresión y pensamientos suicidas. La denuncia fue realizada ante la Unidad de Bienestar Laboral y derivó en la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres, a cargo de la fiscal Mariana Labozzetta. El caso fue girado al juzgado de María Servini con intervención del fiscal Carlos Stornelli, y actualmente se analizan pruebas y testimonios.
El futuro de Maraniello dependerá de la decisión de la Comisión de Disciplina, que podría limitarse a sanciones administrativas o dar paso a la Comisión de Acusación, habilitada para solicitar su remoción. Mientras tanto, el gremio judicial advirtió que podrían surgir nuevos testimonios de empleados y exempleados con experiencias similares.