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Cuando Daniel Alberto Passarella asumió en River Plate como presidente lanzó una frase que retumbó en todo el estadio Monumental de Núñez. “Muchachos acá se acabó la joda”. Fue en el 2009 cuando ganó la presidencia de la institución.
Pero las últimas denuncias que llegaron a Infobae.com hablan de una realidad muy diferente a casi 20 meses de la asunción del Kaiser como presidente de River.
Al caso Diego Buonanotte se sumó ahora el de Manuel Lanzini, el juvenil de 18 años sindicado como una de las joyas más prestigiosas de las inferiores. El hábil mediocampista, que debutó en Primera con Angel Cappa en el Apertura 2010, pasó al Fluminense en calidad de cedido (400 mil dólares por un año, con una opción de compra de 15 millones de la moneda norteamericana) y con varias irregularidades mediante.
Una fuente reveló los detalles de la operación, que podrían resumirse así: Diego Turnes, vicepresidente del club y mano derecha de Daniel Passarella, habría quitado del medio (de la negociación) al presidente del Fútbol Amateur, Eduardo Rabuffetti mediante un contrato de apuros por el cual el futbolista juvenil abandonaba su condición de amateur para recibir 500 mil dólares anuales a lo largo de cuatro años.
Daniel Mancusi, hombre de Turnes, habría sido el encargado de ejecutar la maniobra, destinada a evitar la participación de Rabuffetti, “así había más plata para repartir”, sentenció la fuente, y reveló pormenores: “Cuando Rabuffetti se enteró, lo fue a buscar a Mancusi al pasillo y al grito: te voy a matar. Lo corrió por el pasillo de las oficinas, ante la mirada de muchos directivos. Lo salvó una secretaria de la presidencia, que lo escondió debajo de su escritorio”.
Los inicios de la trama se remontan a junio de 2010, en pleno Mundial de Sudáfrica, cuando en una reunión de comisión directiva se decidió ceder el 20% de Lanzini a su padre, “con la excusa de que éste lo sacaría de River (de la mano de la famosa patria potestad)”. Ahí mismo se aprobó la cesión del mismo porcentaje de Federico Andrada, goleador de la sexta y gran promesa del semillero, y de Ezequiel Cirigliano, el exquisito mediocampista que forma parte de la Selección sub-20.
“La realidad sentencia el informante es que estos porcentajes son luego comprados por los representantes y participan algunos dirigentes. En el caso de Lanzini, se vincula a Diego Turnes con parte de ese 20% que sería del padre, que ya no lo tendría. Mirá cómo cierra todo: Turnes lo saca del medio a Rabuffetti por medio de un contrato al jugador a las apuradas antes de su préstamo, lo negocia su hombre Mancusi, el mismo que defiende la postura de River en el caso Buonanotte”.
Las palabras de Diego Buonanotte (“en River dejé la deuda y el 15% que me correspondía”) retumbaron en todo el Mundo River, dejaron secuelas y trajeron reacciones. Así fue que uno de los dirigentes del oficialismo, Daniel Mancusi, habló en el Show del Fútbol y negó lo dicho por el ex futbolista de la institución.
Este es otro de los puntos oscuros en la gestión de Passarella, ya que hace unos días atrás Diego Buonanotte dijo que “en River dejé la deuda y el 15% que me correspondía”. Esto dichos causaron estupor en Núñez, y fue así que uno de los dirigentes del oficialismo, Daniel Mancusi, habló en el Show del Fútbol y negó lo dicho por el ex futbolista de la institución.
“El cobró su 15% como marca Agremiados, se llevó su cheque y cobró lo que le correspondía. Bajo ningún punto de vista dejó nada en River. Se le debían 900 mil dólares y resignó una parte, no todo‘, expresó el directivo. Y luego agregó: “Jamás ingresó esa plata en River, desconozco qué hizo Buonanotte con la plata, es un problema suyo. Nosotros siempre hicimos las cosas como correspondían”.
Los cheques correspondientes al 15% -casi 450 mil euros- fueron depositados en cuentas de Futbolistas Agremiados, de acuerdo a lo que prevé la normativa vigente para las transferencias al exterior o en el mercado interno.
Tal como hacen todos los futbolistas, Buonanotte acudió a cobrar esos cheques, acompañado por dos personas: el gerente general del club, Arnaldo Muto, y Gonzalo Rebasa, un empresario vinculado al presidente Daniel Passarella (Rebasa fue quien acompañó al presidente a Roma a realizar la venta de Erik Lamela).
De acuerdo a lo convenido de antemano, el jugador debía endosar el cheque y entregárselo a Muto, quien sería el encargado de efectivizar la donación del jugador a River, requisito indispensable que se había negociado para facilitar la transacción.
Sin embargo, en el mismísimo momento que se realizaba la operación, sonó el teléfono de Muto. Del otro lado de la línea estaba Diego Turnes, el vicepresidente de River, quien ordenó que sea finalmente Rebasa el encargado de llevarse el cheque.
Algunas horas después, el título “donado” por Buonanotte fue cambiado en una mesa de dinero por Rebasa, quien se encargó de llevarle el efectivo a Passarella y entregárselo en mano.
¿Será por esto que Daniel Passarella hablará el jueves y permitirá las preguntas de los periodistas?
Por ahora estos son puntos negros en la gestión del kaiser.