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La Fragata Libertad, que se convirtió en blanco de los curiosos, continuará varada en el puerto ghanés a menos que la comitiva enviada por el Gobierno nacional, a cargo de los viceministros de Defensa y Exteriores, Alfredo Forti y Eduardo Zuaín, tenga éxito.
En caso de que no sea así, la audiencia judicial en la que se tratará el tema será dentro de tres semanas, por lo que los tripulantes del barco ya comenzaron a evaluar la posibilidad de organizar un plan de evacuación.
Los primeros en abandonar el navío serían los cadetes, seguidos por el personal que atiende a la tripulación, y por los extranjeros chilenos y uruguayos.
En medio del conflicto, algunos de los tripulantes optan por recorrer la ciudad, y el viernes un grupo jugó al fútbol en el puerto mientras otro hacía ejercicio.
“No se cuánto tiempo tendremos que quedarnos”, aseguró el teniente Luis Melián.
Desde el jueves pasado el capitán de la Fragata, Lucio Salonio, empezó a pedirle combustible a los encargados del puerto para poder garantizar los servicios básicos y la seguridad de los casi 300 tripulantes de la embarcación.
En el medio de este conflicto con fondo buitres que no ingresaron al plan de canje de la Argentina, dentro del Gobierno nacional estalló una fuerte polémica. Ocurre que según se pudo conocer, la orden de que se toque puertos africanos (Ghana, Angola y Senegal) fue del Caciller argentino Héctor Timerman. Las fuerzas habían desaconsejado esa opción ya que no existen vínculos militares con esos países. Sin embargo la posición adoptada por Timerman ganó y la Fragata Libertad tocó el puerto de Tema en Ghana, donde está retenida desde hace 11 días. Esto desató una fuerte polémica dentro del Gobierno donde una vez que el conflicto se resuelva, se deberán limar asperezas.
En el buque se encuentran varados 289 marinos argentinos, junto a 23 graduados de Uruguay y de Chile y 13 invitados especiales.