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El abogado tartagalense Roberto Avellaneda Alfonsín denunció ayer ante la Corte de Justicia de la Provincia, a la jueza de Familia 2, Ada Guillermina Zunino, y la acusó de “denegación de justicia” en la causa que recayó en la magistrada sobre el Hogar de Niños Divina Misericordia de Aguaray.
Zunino había ordenado la destitución de la presidenta de la ONG, Beatriz Villarroel, por supuestos malos tratos a 18 chicos en situación de riesgo que se encuentran allí alojados.
La denuncia la hizo el pasado 15 de septiembre Valeria Taboada, psicóloga del municipio de Aguaray, quien manifestó que se sometía a malos tratos físicos y psicológicos a niños y adolescentes judicializados que residen en ese hogar.
“Lo grave de esta situación es que funcionarios públicos y de la propia justicia aúnen esfuerzos para destruir una de las instituciones más altruistas y mejor administradas de la región como es esta guardería”, consideró el letrado.
Cabe recordar que Villarroel en su defensa dijo que la denuncia de la psicóloga de la Municipalidad entró al juzgado el pasado 15 de setiembre “y tres días después la doctora Zunino me ordenó que dejara la ONG que yo misma fundé hace 15 años y donde le dimos contención a muchísimos chicos”, expresó.
“Es una crueldad incomprensible”
¿Qué motivos lo llevaron a denunciar a la jueza Ada Zunino?
La denuncié por denegación de justicia, porque el 8 de este mes le presenté una recusación porque al advertir que había incurrido en tres causales de inhibitoria: un interés manifiesto en el pleito, haber emitido opinión y animosidad y rencor manifiesto contra la presidenta del hogar, Beatriz Villarroel. La jueza expresó a viva voz en su juzgado, en las oficinas del Ministerio Público y en el propio hogar “a esa (por mi defendida) la voy a meter en cana”.
Lo que se pretende es que a la institución la maneje el municipio.
¿Cómo sigue la situación del hogar y sobre todo de los niños?
La jueza María Vargas le dio la custodia a la señora Beatriz Villarroel -la misma persona destituída por malos tratos, según Ada Zunino- de una niña de 16 años discapacitada que tiene un hijo y de otros dos menores de corta edad. Otros chicos fueron entregados a sus familias y un grupo permanece en la casa. Esos son los chicos que le pidieron ayuda por mensaje de texto a la jueza Vargas, porque una encargada actual del hogar los tenía bajo llave y algunos no podían ni hablar bajo amenaza. El equipo técnico del Juzgado concluyó que la señora Villarroel no es violenta y hoy está cuidando en su casa a esa niña discapacitada con el bebé, un caso emblemático de cómo funcionaba el hogar.