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PUBLICADO EN ESCENARIOS ALTERNATIVOS
No es casual que Víctor Hugo Morales sea uno de los más entusiastas a la hora de defender al Gobierno. Al fin y al cabo, su especialidad es la de relator. Maravilla escuchar en sus programas o en los medios oficiales la forma en que defiende y presenta a un gobierno sin fisuras y asediado permanentemente por un enemigo ominoso y destituyente. No le van en zaga algunos medios opositores. Esto se vio en las coberturas diferentes que se hicieron del viaje de una semana de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a las tierras del presidente Barack Obama. Una semana que sólo produjo una novedad importante el anuncio de la reunión de cancilleres argentino e iraní, y mucha hojarasca de cabotaje, cual fueran las incidencias de las conferencias en las universidades de Harvard y Georgetown.
En el primer caso, queda flotando la duda sobre los motivos y las posibilidades concretas de que el Gobierno iraní vaya a entregar a los funcionarios responsables de los atentados en la Embajada de Israel en la Argentina y la AMIA, cuyos pedidos de captura internacional han sido cursados por Interpol y desoídos por el régimen de Teherán, el mismo que considera que el Holocausto no tuvo lugar en la Alemania nazi.
Sergio Burstein, uno de los familiares de víctimas del atentado a la mutual de la calle Pasteur y allegado al kirchnerismo, expresó su total escepticismo ante este paso de la diplomacia argentina. En cualquier caso, el acercamiento a las posiciones de Venezuela e Irán no parece ser la mejor manera de insertar a la Argentina entre las naciones democráticas.
Las conferencias de la Presidenta y los cuestionarios que debió afrontar dejaron en claro que sigue propagando un relato con muchas falacias, algunas verdades y poca eficacia para convencer; tanto como la ira que le produce la contrariedad. Como balance podría decirse que reforzó la fe de sus seguidores y el rechazo de sus detractores. Solo cabría señalarle al que se le ocurrió la idea de la gira universitaria, que la sometió a una exposición innecesaria. Aunque preparó el terreno para justificar el diálogo roto con el periodismo, porque todo aquel que cuestiona es un “agente de los monopolios”, al que no vale la pena darle la palabra.
Podría decirse que la gira por Estados Unidos reforzó la fe de sus seguidores y el rechazo de sus detractores.
Por el contrario, del mismo modo que después del cacerolazo del 13-S, el Gobierno envió 400 gendarmes a custodiar los ferrocarriles -luego de que la Presidenta dijera que no iba a enviar a esa fuerza a realizar ninguna tarea de prevención - o el recule del juez Norberto Oyarbide en causas que involucran a funcionarios del Gobierno; no sería descabellado que la mandataria se presente en la Universidad de La Matanza a contestar preguntas de un público amigo.
En realidad, Cristina debería haberse informado de cómo realizaron sus intervenciones en esa universidad presidentes como Dilma Rousseff y Sebastián Piñeira.
Las caras del PJ
Muchas veces el FPV aparece como una corriente del PJ y otras parece contener al partido de Perón. Tras ese juego de máscaras se esconde la lógica del liderazgo justicialista, en la que el líder domina mientras asegure el acceso o sostenimiento del poder. Desde octubre de 2011 y hasta el presente, el FPV ha ejercido un fuerte control sobre todos los resortes de poder, dejando al PJ en segundo plano. Sin embargo, en este tiempo el cristinismo tomó rumbos y acciones que podrían complicar el futuro de muchos dirigentes del PJ, minando la relación de estos con sectores de la sociedad y ahogando a los intendentes y gobernadores que no se disciplinan a las directivas del unicato.
Así, los conflictos con Daniel Peralta, jaqueado por los camporistas en la legislatura de Santa Cruz y por el recorte de fondos desde la Casa Rosada; o el acicate sobre José de la Sota, presionado por un sistema provisional provincial colapsado; o la tensa calma que reina en la provincia de Buenos Aires, comandada por Daniel Scioli, son algunos ejemplos de un conflicto que también se extiende al interior del FPV. En ese rubro, se destacan las internas entre Guillermo “Iapi” Moreno y Axel Kicillof; de Sergio “Conintes” Berni y la ministro Garré y el desplazamiento de Julio De Vido del centro del poder, tal como se refleja en el Presupuesto 2013, en el que las opciones de endeudamiento público que manejaba, pasarán al control de Kicillof.
En este contexto, dominado por el problema de la sucesión en los regímenes populistas, el futuro del FPV tiene atada su suerte a la posibilidad de la reforma constitucional y la habilitación para que la Presidenta pueda presentarse como candidata a la re reelección en el 2015. En esa probabilidad, los ojos se posan sobre Daniel Scioli y los diputados bonaerenses que serán clave para arrimar el quórum necesario para lo que es el desafío más grande del cristinismo.
El espíritu reeleccionista ya se vio menguado desde el 13-S y la protesta social mantendrá a raya cualquier intento.
Para Carlos Fara & Asoc., que realizó una encuesta el 12 de septiembre con una muestra de 442 casos en CABA y GBA, la gestión de la mandataria tiene un 50 por ciento de aprobación contra un 48 en contra. En cuanto a los problemas más urgentes (inseguridad, inflación, educación y desempleo), los encuestados consideran que esos son los puntos más bajos de la gestión nacional. Mauricio Macri y Daniel Scioli acompañan a la baja de la aprobación nacional.
En cuanto a la imagen de los dirigentes de la provincia, Sergio Massa está en primer lugar, seguido por Hermes Binner y Roberto Lavagna. Recién en el quinto puesto aparece Macri junto con Scioli, un poco por debajo de Gabriela Michetti que ya anunció que no irá como candidata en la provincia. Un dato saliente de la encuesta es que la adhesión al PJ/FPV se ha reducido a la mitad desde agosto del año pasado, en tanto crecen las opciones opositoras. Esto, combinado con el amplio rechazo a la re-reelección de Cristina parece hacer cada vez más difícil un escenario que transforme las elecciones del año que viene en un trampolín para modificar la Constitución.
El espíritu reeleccionista ya se vio menguado desde el 13-S y la protesta social mantendrá a raya cualquier intento, como ya ocurrió en Mendoza: prácticamente el mismo día del cacerolazo, el gobernador Francisco Pérez archivó sus intenciones y sus avanzadas conversaciones para habilitar esa posibilidad para él. Mendoza y Santa Fe son las únicas dos provincias que no tienen reelección.
La ley de leyes 2013
El Presupuesto nacional 2013 presenta las habituales subestimaciones para asegurarse una buena suma de asignación discrecional por parte del Poder Ejecutivo, asunto clave en un año con elecciones de medio término. En esta oportunidad, presenta un especial énfasis en la cuestión energética, la razón principal del fin de los superávits gemelos. Nuevamente, las exenciones de impuestos, permisos para que empresas u organismos se endeuden para importar hidrocarburos, cupos de combustibles, compromisos de pagos y partidas millonarias para financiar la crisis energética son los datos salientes en este rubro, que insistirán en el error principal del facilismo oficial, teniendo en cuenta que nacionalizar YPF no es la solución al problema de fondo.
El renglón dedicado a la inversión en transporte -un tema álgido- no prevé un incremento que alcance a revertir la mala situación de ese sector, al borde del colapso en el área metropolitana, sobre todo del ferrocarril.
Aparentemente, el cristinismo utilizará su mayoría en Diputados para aprobar el Presupuesto el 10 de octubre, un tiempo récord que no dará muchas oportunidades de revisión y consulta por parte de la oposición.
Hecha la presentación por parte del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, el secretario de Política Económica, Axel Kicillof; el de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y el de Finanzas, Adrián Cosentino, esa será toda la exposición que hará el oficialismo. En ella, Kicillof, habló durante tres horas, “construyendo relato” más que aclarando razones de un presupuesto que este año será “express”.