En respuesta a las declaraciones oficialistas que hablan de un intento de desestabilización institucional, el gendarme Raúl Maza negó ayer ser un “golpista” y aseguró que si el salario mínimo para los agentes de la fuerza es elevado a 7.000 pesos, “a los cinco minutos” volverán a sus puestos de trabajo.
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En respuesta a las declaraciones oficialistas que hablan de un intento de desestabilización institucional, el gendarme Raúl Maza negó ayer ser un “golpista” y aseguró que si el salario mínimo para los agentes de la fuerza es elevado a 7.000 pesos, “a los cinco minutos” volverán a sus puestos de trabajo.
“Esto no es un golpe de Estado ni lo quiere ser, amamos la democracia y la vamos a defender, si es necesario, con nuestra propia sangre”, sostuvo el efectivo, quien insistió en que le están pidiendo “un sueldo digno” al Gobierno.
“¿Es tan difícil entender eso?”, indagó Maza en diálogo con la prensa afuera del edificio Centinela, en el barrio porteño de Retiro, al tiempo que volvió a pedir que “no se tomen represalias” contra quienes se manifiestan allí desde el lunes a la noche por demandas salariales. Además, ratificó que van a acampar en el lugar hasta que tengan “una respuesta clara” por parte del Gobierno.