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Y Tinelli siempre saca conejos de la galera para ganar puntos de rating, aún a costas de su salud. No se sabe si tenía largas las uñas del pie, si le falta calcio o si el golpe fue rotundo, pero en un picadito que se le ocurrió hacer el viernes con Alexander Caniggia, perdió la uña del dedo gordo del pie. Quiso aprovechar la presencia del hijo del Pájaro y la escenografía arenosa para el ritmo árabe de Bailando 2012, y el resultado fue bueno para el rating y malo para el cuerpo del conductor, o sea que en definitiva fue bueno porque si los puntos suben, el resto importa poco.
Tinelli presentó a la pareja compuesta por Alexander Caniggia y Sofía Macaggi. En dupla con Marcela Feudale, desafió a Alexander y Sofía a meter goles en dos arcos improvisados. Tinelli corrió, pateó, cabeceó, le hizo marcaciones a Feudale, se revolcó en la arena como un chico y llegó la caída que le lastimó el codo y le arrancó la mitad de la uña del dedo gordo del pie derecho.
Fue impresionante. Casi increíble. Médico, camilla, vendaje y tensiómetro entraron en escena mientras hacía el programa en vivo. Tinelli mostró su uña rota en primer plano y con sus indiscutidas dotes de comediante improvisó un sketch: llamó al médico, se hizo desinfectar y vendar la uña, le tomaron la presión y lo pasearon por el estudio en camilla, mientras él hacía acotaciones del tipo: “¿me voy a morir doctor?”. Todos olvidaron el concurso de baile. Sin dudas medía muy bien.
Definitivamente, Tinelli es el alma de ShowMatch y queda demostrado cuando el programa se emite en vivo y, sin filtro, el conductor despliega su singular carisma. Necesita poco para hacerlo: una peluca y tacos, perros, la gigantografía de Tito, un yo-yo, un aro de básquet o una llamada por teléfono. El viernes, Tinelli, sin querer, batió un nuevo récord: atrapó la atención con la uña rota de su dedo gordo del pie. Sin glamour y con dolor, el show debe continuar.