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16 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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VIDEO. “Gracias, Mamita”: los milagros que llenaron de emoción a Salta

En la misa central por la Virgen de Urkupiña, cientos de fieles compartieron historias de fe y esperanza: hijos deseados que llegaron, enfermedades que sanaron y hogares que se hicieron realidad gracias a la devoción.
Viernes, 15 de agosto de 2025 23:10
Fotos: Damaris Sardinas
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Cientos de fieles se congregaron en el Campo Histórico La Cruz para participar de la misa central en honor a la Virgen de Urkupiña. Entre imágenes, oraciones y lágrimas, El Tribuno recogió conmovedores testimonios de agradecimiento, pedidos de esperanza y relatos de milagros que los devotos atribuyen a la Virgen. Cada historia refleja el profundo vínculo entre fe y esperanza que une a las familias con la Madre del Milagro.

La fe que no pesa: el fervor se multiplica cada año
La jornada comenzó con una tarde fresca pero con un ambiente cargado de emoción. La imagen de la Virgen de Urkupiña fue el centro de atención, rodeada por familias enteras que acudieron desde distintos barrios de Salta para participar en la misa y la procesión.

Cuando se realizó la bendición de imágenes, mantos, cetros y objetos personales, mientras el coro entonó cantos que hicieron vibrar el corazón de los presentes. “Una lluvia de bendiciones va a llegar”, anunciaban, y las lágrimas brotaban de muchos rostros.

Gabriela: “La Virgen me dio una casa y una familia”
Gabriela, con la imagen de la Virgen en brazos y el corazón desbordado de emoción, contó: “Estoy orgullosa, emocionada. A mí la Virgen me dio mucho: una casa, una familia. Siempre vengo a agradecerle”. Ella asiste cada año con su esposo y hasta su perrita, a quien considera también parte de la familia.

Laura: “Gracias a ella tengo a mi hija Pilar”
Una historia que tocó profundamente fue la de Laura, quien conmovida señaló a su pequeña hija Pilar, de seis años. “Fue un deseo pedido con el alma. Siempre quise tener hijos y la Virgen me concedió esa bendición”. Año tras año, la familia acompaña la procesión en señal de agradecimiento.

Carina: “Con lágrimas en los ojos, cargo esta imagen por mi hija”
Desde Villa Belgrano, Carina compartió su historia de fe. Durante años pidió por una hija, y hace 15 años nació su niña. “La Virgen me dio lo que tanto anhelaba. Ella es mi deseo cumplido, por eso la imagen siempre está en nuestro comedor. Le hago los vestidos yo misma”, contó con los ojos con lágrimas.

Ana: “Le pedí una casa, y a los dos meses me salió sorteada”
Ana, vecina de barrio Araoz, zona sur, no dudó en calificar como un milagro lo que vivió. “Le pedí con mucha fe a la Virgen por una casa. Y dos meses después me llegó la noticia del sorteo del IPV. Desde entonces, no dejo de creer”. Junto a su familia siempre participa de la novena en honor a la Virgen.

Paola: “Mi mamá se curó de un cáncer maligno, gracias a la Virgen”
Otro testimonio impactante fue el de Paola, quien aseguró que su madre fue sanada de un cáncer terminal. “A los pocos días de pedirle a la Virgen, los estudios dieron negativo. Desde entonces la imagen vive en casa, aunque originalmente era de mi amiga. Ya no se va, es parte de nuestra familia”, expresó entre lágrimas.

Eva y Marcelo: gratitud profunda por la familia y la salud

Eva, una devota desde hace años, expresó su agradecimiento por todas las bendiciones recibidas. Marcelo, por su parte, participó junto a su familia de todos los eventos posibles. “Vinimos a agradecer por todo, especialmente por la salud y la unión familiar”, comentó.
 

Eugenia: “Mi hija creció como persona gracias a la Virgen”
Eugenia relató que su vínculo con la Virgen nació al acompañar a su hija, devota desde joven. “Vi cómo creció como persona, cómo la Virgen la acompañó en sus decisiones. Por eso, yo también la acompaño con fe”.


 

La procesión, un río de devoción
Las imágenes grandes, pequeñas, coloridas avanzaban por el campo mientras las familias cantaban y oraban. A pesar del peso, ninguna se quejaba. “No pesa cuando se lleva con fe”, decían muchas personas mientras cargaban con orgullo a su Virgen.


 

Roxana: “La Virgen me ayudó en la salud y en el trabajo”
“Vengo a pedir y a agradecer. Gracias a ella superamos temas de salud en la familia y nunca nos faltó trabajo. Acompañamos siempre la procesión porque su amor no tiene medida”, compartió Roxana, desde la zona norte de la ciudad.


 

Una multitud unida por la fe
Al caer la tarde, la misa central concluyó y comenzó la desconcentración. Niños, jóvenes y adultos se retiraban lentamente, pero con el corazón renovado. Las historias de los fieles fueron tantas como las imágenes bendecidas. Cada una, una prueba de que la fe en la Virgen de Urkupiña permanece viva y se multiplica año tras año en Salta.


La Virgen de Urkupiña no solo congrega a los fieles, sino que los hermana. En sus pedidos y agradecimientos, en los milagros concedidos y en las esperanzas renovadas, se revela una devoción que trasciende generaciones. En Salta, la Virgen sigue obrando dicen ellos y su presencia deja huella.

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