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En la publicidad, el locutor invita a los espectadores a imaginar qué sucedería si Roger Federer fuera brasileño. En ese contexto, el helvético deja de ser tenista para pasar a ser un jugador de fútbol profesional. En el clásico Brasil-Argentina, el suizo se vistió de amarillo y convirtió un tanto de volea.
Figuras del vóleibol, como Murilo, y del fútbol, como el jugador de San Pablo Lucas Moura, acompañaron al ex líder del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en el rodaje.
El que es considerado uno de los mejores tenistas de la historia finalizó el comercial con Moura, adquirido por el PSG, jugando al tenis en la Play Station.