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Adquisición de hábitos saludables, trabajo en equipo y autodisciplina. Los beneficios de la práctica deportiva durante los años que se cursa el secundario pueden ser muchos, y las motivaciones de las más diversas. Ayer por la mañana, alumnos de los dos turnos de la Escuela de Comercio N§ 5076 Dr. Arturo Illia se integraron junto con sus familiares y docentes en la tercera edición de la Fiesta Anual de la Educación Física. Las actividades se desarrollaron en el complejo polideportivo Nicolás Vitale de barrio El Tribuno.
El rector del establecimiento, profesor Marcelo Romano, explicó que la gala ya es una tradición de la escuela y que siempre los preparativos se realizan en un clima de mucha participación y entusiasmo. La finalidad del evento es que cada curso presente un esquema de danza aeróbica para ser calificado por sus profesores. Por eso resultó llamativa la actuación de la promo SECQA, cuyos integrantes ya no cursan Educación Física como materia (con la Ley de Educación Nacional se volvió al dictado de esa asignatura hasta el quinto año); pero sí querían despedirse de toda la comunidad educativa.
Nélida Díaz, profesora de Educación Física, fue quien asesoró a las alumnas durante la preparación de las coreografías. “Les encanta bailar y practican fuera de los horarios de clases. No nos cuesta para nada armar la exhibición”, contó.
Al finalizar la muestra, hubo sorteos de pelotas de básquet y fútbol, y otros elementos relacionados con el deporte donados por los padres de los alumnos, quienes acompañaron entusiastas a sus hijos desde las gradas. Cada una de las veinte exhibiciones fue registrada por familiares que, cámara digital en mano, inmortalizaban las ingeniosas coreografías y algunos trucos arriesgados.
“La motivación de ellos es el querer su propio cuerpo, siempre amándose cada uno como es y fortaleciendo la autoestima”, concluyó Romano.
Los datos
La de ayer fue la tercera edición de la Fiesta Anual de la Educación Física de la escuela de Comercio Nº 5.076 Dr. Arturo Illia.
De la actividad participaron alumnos de 20 divisiones diferentes de los dos turnos en los que funciona el establecimiento.
La preparación de las coreografías comenzó con al menos dos semanas de anticipación, y los ensayos fueron en contraturno.
Al final de la muestra se sortearon pelotas de básquet y fútbol, y otros elementos deportivos donados por los padres de los alumnos.