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Se detuvieron a pensar cuáles son los problemas de su barrio y luego tuvieron una gran idea: llevarlo a las tablas, mediante una historia que a ellas mismas se les ocurrió. Un grupo de nenas, de barrio Ceferino, guiadas por un grupo de profesionales que por segundo año consecutivo trabajan en ese barrio, son las protagonistas de esta interesante propuesta.
La obra teatral se llama “El monstruo de la basura” tuvo su preestreno ayer en barrio Ceferino. Y volverá a subir a escena hoy, a las 17, en el Centro Cultural Aristene Papi (Ameghino y Balcarce). Para compartirla con su contexto más cercano y, luego, con el público en general que esté interesado en ver qué tienen para contar.
Dalila y Anabela, dos de las 14 nenas que cada martes y jueves se juntan a ensayar y a compartir un momento juntas, contaron de qué se trata la obra. “Es sobre el monstruo de la basura”, contó una de las chicas. “En la plaza había niños que no podían jugar porque estaba muy sucia”, prosiguió la otra. El argumento, así, busca crear un momento reflexivo sobre una de las problemáticas que tiene el barrio.
Se trata de la segunda etapa de un trabajo impulsado por las psicólogas Florencia Aragone y Andrea Bravo, que realizan una residencia en psicología social y fueron designadas para trabajar en Ceferino tras las inundaciones que azotaron al barrio el año pasado. “Los chicos necesitaban mucha contención. Entonces comenzamos a trabajar en distintas actividades”, contó Aragone.
Lo primero que hicieron fue convocar a los niños y realizar un diagnóstico en el que identificaron los problemas del barrio. Los principales: venta y consumo de drogas, basura y, por último, dificultades de los padres para brindarle apoyo a los chicos en actividades escolares.
El grupo de “Las Estrellas”, como las mismas nenas se definen, dieron rienda suelta a su imaginación y, así, propusieron hablar de la primera problemática en lenguaje teatral. Esa fue su manera de abordar el tema. Entonces llevaron a escena la obra “El misterio del bosque”. “La historia que crearon las nenas tocaba un tópico muy fuerte: las drogas. Lo que hicimos fue adaptarlo a una obra de teatro, con elementos simbólicos, artísticos y lúdicos para poder, metafóricamente, hablar de este flagelo”, contó Rocío Paredes, la profesora de teatro que dirigió a las nenas y quien participa de este proyecto, junto a otros artistas que también colaboran, como Julien Guinet, que se encarga de la escenografía.
Sobre derechos vulnerados
Simbólicamente, “El monstruo de la basura”, la segunda obra de las nenas, habla de los derechos vulnerados de los chicos, del derecho a contar con un espacio en condiciones para jugar y disfrutar del aire libre. La obra tiene música, coreografías y escenas de la vida diaria de los vecinos.
“Desde la psicología comunitaria se cree en la articulación de los saberes”, dice Aragone. “El teatro es un estímulo a la creatividad de las nenas, además de ser una gran herramienta transformadora”, agregó Paredes.
El objetivo, a fin de cuentas, es lograr la integración a través de actividades que también puedan generar en la comunidad momentos de reflexión y concientización sobre distintas problemáticas. El resultado preliminar: muy bueno. “Hacer esto te llena el alma”, concluyó Florencia Aragone. Y, ¿quién dice? Quizás el año que viene estrenen la tercera obra.