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La intuición de una madre salvó a su hija de 5 años de un depravado. Todo ocurrió en el atardecer salteño, cuando un hombre, en evidente estado de ebriedad, transitaba por la calle Obispo Victoria al 2100.
En la vereda se encontraba jugando una menor de 5 años la que era visualizada en forma permanente por su madre. De repente la niña desapareció de su vista, por lo que salió de su casa para buscarla. En ese instante vio cómo un hombre llevaba por las fuerzas a la pequeña hacia el río Arenales.
En forma inmediata, la mujer comenzó a perseguir al sujeto y, a la vez, pidió ayuda. Sus gritos hicieron que un grupo de vecinos saliera a ver qué ocurría y comenzó a perseguir al secuestrador.
Al ver que no tenía escapatoria, el depravado soltó a la nena, y huyó del lugar. La madre de la pequeña realizó la denuncia pero la policía no pudo dar con el sujeto, pese a contar con una descripción del mismo.