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Se sacó el miedo a tiempo

Domingo, 18 de marzo de 2012 23:23
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Sufre Juventud. No para de sufrir. Porque lo único que le sobra, la voluntad, no es suficiente. El santo estaba para un nuevo cachetazo hasta que Juan Manuel Perillo remató al arco entre varios rivales, con lo cual la pelota se desvió en un defensor y entró. Se jugaba el minuto de descuento y Juventud recuperaba lo que era suyo y lo que tanto le había costado: la victoria.

Fue 2 a 1 sobre un equipo como Alumni, que no debería asustar más de lo que asusta. Está jugando para no descender y al santo le costó una enormidad superarlo en el campo y en el resultado. En realidad, al equipo de Delfino le cuesta superarse a sí mismo. Se vio obligado, primero, a medir a su rival y, después, a llenarse de paciencia.

Alumni le plantó un esquema sólido desde el comienzo que incomodó a Giménez, Zarosa o a Martínez, los que debían llevar las riendas del equipo. Solo Claudio Acosta, emulando ser un volante por derecha, enseñó el camino. Y Perillo lo siguió con la misma determinación. Marcó el primer tanto con toque preciso, al costado del palo, para que Juventud pasara al frente en la primera mitad.

El santo pasaba a ganar un partido que se volvía cada vez más complicado, mal jugado, entrecortado y lo tenía que refrendar en la segunda parte del juego, cuyo trámite fue similar.

Juventud no dejaba de depender de Acosta, principalmente. De volante pasó a delantero porque ya casi no pisaba el área rival. Y Alumni se animaba de a poco, con un repertorio exclusivo de centros.

E incluso así, Juventud pudo asegurar el resultado: Perillo tuvo una chance que terminó con un remate muy desviado, y el arquero Hernández le tapó un mano a mano al propio Acosta.

Delfino optó por poblar la mitad de la cancha y cuando decidió sacar a Acosta (por Lucio Gómez) llegó el empate que nadie imaginaba. Un centro de Manicero, más el quedo del Gato Pérez, encontró a Reina sobre un costado solo para tocar a la red. Además del descuido del arquero, era el producto del miedo y de la desconfianza que, con esta victoria, ya no deberían seguir ligadas.

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