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Detrás de cada ruta hay una actividad económica que depende de ella.
Este verano, como todos los años, las lluvias fueron noticia. Fuertes precipitaciones y ríos embravecidos dejaron sus marcas en las vías de comunicación de toda la provincia, pero hay tres rutas clave para el desarrollo de Salta que fueron seriamente dañadas. Se trata de las rutas nacionales 68, que une Salta con Cafayate; la 51, desde Campo Quijano hasta el Paso Internacional de Sico, y la 40, en algunos tramos de los Valles Calchaquíes.
“El estado de las mencionadas rutas nacionales es bueno en casi la totalidad de su longitud, aunque hay que transitar con precaución en los lugares donde las lluvias ocasionaron erosiones y cortes parciales de la calzada. Actualmente se trabaja para dejarlas en perfecto estado de transitabilidad”, le dijo a El Tribuno Elías Cerezo, titular de la Dirección Nacional de Vialidad en Salta.
La 68, clave para el turismo
La impactante ruta nacional 68 cumple una función fundamental para el turismo, actividad económica de crecimiento constante en Salta, que representa, según los últimos datos, el 7% del producto bruto geográfico provincial.
Hay más de 16.000 camas en la provincia, mientras que más de 10.000 están en la ciudad capital. Cafayate es, después de la ciudad de Salta, el principal bastión turístico de la provincia, que a su vez está dentro de los tres destinos más visitados del país. Y desde la capital se distribuyen los turistas hacia las principales ofertas.
En julio de 2011 viajaron en el teleférico casi 50.000 personas y más de 20.000 visitaron el Museo de Arqueología de Alta Montaña. Se estima que el último invierno los turistas dejaron 176 millones de pesos en la economía local, según datos oficiales.
Estas cifras sirven para medir la magnitud de las actividades que dependen del buen estado de los caminos, porque muchos visitantes buscan un poco más y quieren recorrer las principales atracciones fuera de la capital.
Gran parte de esa actividad da vida a 31 prestadores turísticos habilitados, 153 agencias de viaje y 23 empresas de alquiler de autos. Con ese impulso, casi 6.500 personas visitaron durante las pasadas vacaciones de invierno el Museo de la Vid y el Vino, en Cafayate, y más de 6.000 fueron al Museo Pablo Díaz, en Cachi, desde julio hasta enero.
Sin embargo, es durante el verano cuando el turismo más utiliza las rutas, justo cuando las lluvias maltratan los caminos más frecuentados.
Según estadísticas del Ministerio de Cultura y Turismo, lo que más valoran los visitantes son los cerros y paisajes, mientras que entre los principales reclamos se encuentran el estado de las rutas, la mala señalización y el desorden del tránsito, aunque lo más criticado es la falta de limpieza.
Las obras
“En la ruta nacional 68 se ejecutan las obras por el sistema Contacto de Reconstrucción y Mantenimiento (Crema), desde Talapampa hasta Río Ancho. Lo mismo pasa con la ruta 40, desde Cafayate hasta San Carlos, y con la 51, desde el aeropuerto Martín Gemes hasta Campo Quijano”, dijo Cerezo.
“Se encuentra en estudio un proyecto de repavimentación de la ruta 68 desde Río Ancho hasta El Carril”, agregó. También son fundamentales para el turismo la ruta nacional 40 y la imponente Cuesta del Obispo, sobre la ruta provincial 33. Este verano las localidades turísticas del interior vivieron una buena temporada, con un promedio de ocupación hotelera estable, con picos de más del 80% los fines de semana.
El 80% de los visitantes fue de origen nacional, entre los que se destacan los provenientes de Buenos Aires, Tucumán, Córdoba y Santa Fe. Los propios salteños resultaron un importante mercado este enero. La mayoría arribó a la provincia a través de su propio vehículo o a través de colectivo y un 16% lo hizo en avión. Fueron especialmente familias, aunque las parejas y grupos de amigos también fueron segmentos muy importantes”, le dijeron a El Tribuno desde el cartera de Turismo local. Sobre la emblemática ruta nacional 40, funcionarios de Vialidad informaron que “actualmente se encuentra en ejecución por contrato a consultora el estudio y proyecto de la nueva traza de la ruta nacional 40, desde San Carlos hasta el límite con Jujuy, por el nevado del Acay”.
Este verano, hoteles de Cafayate, Cachi y Molinos sufrieron cancelaciones de reservas por el estado de los caminos, según pudo saber El Tribuno.