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Se acerca el Día de la Mujer y nunca antes los salteños escuchamos dichos tan desacertados como los vertidos por el Ministro de Seguridad de la Provincia, Maximiliano Troyano, sobre las turistas violadas. Como si el derecho y el sentido común no hubieran dejado de lado hace rato ese tipo de argumentos vergonzantes referidos a que las víctimas son las culpables de lo que les pasa, “por algún motivo”. Son argumentos falaces y superados por los tiempos y la historia y además impropios para un funcionario de alto cargo. Nada se soluciona mirando para el costado, ni insultando a las víctimas por “impericia” o “exceso de confianza”. En pleno siglo XXI sus palabras de acusación lastiman las conciencias. Ni las turistas, ni las salteñas merecemos ese maltrato. Que es, ni más ni menos, otra forma de violencia.
Patricia Patocco
Ciudad