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Cuando tratamos con nuestros jóvenes en las escuelas públicas, diariamente vamos conociendo sus problemas y más nos damos cuenta de su necesidad de valores. Por otra parte, es humana la necesidad de tener referentes para seguir un modelo. En las escuelas hay jóvenes evangelistas, católicos, ateos, testigos de Jehová, etc. Pero para todos debe haber una palabra que les permita discernir el bien del mal, la conciencia moral. Una sugerencia es decirles que pidan a lo más importante en lo que creyesen y agradezcan, escuchen y sepan que para algo están en este mundo. Que no sea solo divertirse o evadirse con alcohol, droga, ocio u otros antivalores. Se les puede hablar de “grandes” como Jesús, Ghandi, Luther King, Mandela, o manifestarles frases maravillosas como las de un Dalai Lama, por dar algunos ejemplos. Rezar, orar, hablar a alguien superior, sin duda los ayudará a enfrentar sus carencias o tristezas y a tener inquietudes que los motive a saber para qué están en una escuela. Por otra parte, es nuestra misión como tutores y educadores. No creo que nadie prohíba esto.
Mercedes Anchezar
Ciudad