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El piloto Mariano Werner, con Toyota Corolla, se impuso hoy en la competencia de la categoría Súper TC 2000 que se disputó sobre 36 vueltas al circuito callejero del centro de Buenos Aires, de 3.008 metros, en la segunda prueba del campeonato y ante una verdadera multitud.
Detrás de Werner terminaron el brasileño Carlos ‘‘Cacá’’ Bueno y Jorge Trebbiani, ambos con Ford Focus, para completar el podio.
El circuito porteño, que permitió esta experiencia inédita, se extendió por la 9 de Julio, Avenida de Mayo y Diagonal Norte, con lo que los autos pasaron por lugares como el Teatro Colón, el Obelisco, la Catedral Metropolitana y el Cabildo de Buenos Aires.
Los diez primeros lugares se completaron con Néstor Girolami (Peugeot 408), Mariano Altuna (Renault Fluence), Matías Muñoz Marchessi (Peugeot 408), Daniel Belli (Chevrolet Cruze), Guillermo Ortelli (Renault Fluence), Ignacio Char (Toyota Corolla) y Facundo Ardusso (Peugeot 408).
Con este resultado el campeonato quedó encabezado por Bueno con 52 puntos, seguido de Girolami con 33, Rossi y Werner con 32 y Altuna con 28 unidades.
La programación deportiva se inició con una carrera de la Fiat Línea Competizione que, tras 11 giros, dejó como ganador a Hernán González Llamazares en 21m.03s.090/1000, escoltado por Federico Braga a 575/1000 y Federico Depaoli a 917/1000.
Posteriormente se desarrolló una exhibición con el TC 2000 (autos de anterior generación), que se dio por terminada a las pocos minutos debido a un despiste de Agustín Calamari y un fuerte golpe posterior contra uno de los muros de contención, destruyendo en gran parte su Renault Fluence (el piloto salió ileso).
El cierre estuvo a cargo del Súper TC 2000 con sus autos impulsados por motores V8 de 430 HP importados de Inglaterra, que deleitaron a la multitud que se hizo presente.
La ansiedad y el nerviosismo motivó algún desborde, cuando el público superó las vallas e ingresó a tribunas destinadas a invitados especiales, entre ellos representantes de empresas automovilísticas, que aportaron para esta realización y a la vez apoyan a los distintos equipos de competición.
Asimismo, fue ardua la tarea que debió hacer el personal de seguridad para evitar que los aficionados se instalaran en lugares considerados peligrosos.
Con sol radiante y agradable temperatura se largó la carrera del Súper TC 2000 con Christian Ledesma (Chevrolet Cruze) y José María ‘‘Pechito’’ López (Fiat Línea) en primera fila.
Le correspondió a Ledesma irse en punta, seguido por Ardusso, Werner, López, Pernía y Trebbiani, pero poco después comenzó a mermar el rendimiento de Ledesma y debió ingresar a boxes.
También pasaron por los boxes Llaver y Ortelli, en tanto Ardusso seguía adelante escoltado por Werner, López, Pernía, Trebbiani, Bueno, Canapino, Altuna y Rossi con cinco vueltas cumplidas.
Poco después se quedó Rossi: un principio de incendio en su máquina que obligó a neutralizar la competencia.
Llaver, por su parte, debía abandonar por rotura del radiador, en tanto Ledesma continuaba con problemas en la caja de cambios. Liberada la pista poco, se mantuvieron las posiciones con Ardusso, Werner y López en las primeras diez vueltas.
Durante el giro posterior se despistó Gabriel Ponce de León y golpeó contra las cubiertas de contención, por lo que se volvió a neutralizar la prueba para el retiro del Honda Civic.
En la vuelta 15 se liberó nuevamente el circuito, y a partir de allí hubo deserciones: Spataro, López, Canapino, Ledesma y Pernía.
Y antes del final capituló Ardusso, el líder, con problemas en su máquina: de allí en más fue todo de Werner, que aguantó bien la presión de Bueno y se quedó con la histórica victoria en el circuito callejero de Buenos Aires.
La gente
La carrera del Super Turismo Competición 2000 en el flamante trazado callejero de Buenos Aires convocó más de 700 mil personas durante el fin de semana, estimaron hoy algunos miembros de la organización de la prueba.
El número superó largamente las expectativas del Jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien durante la presentación oficial de la prueba en Puerto Madero había señalado que se esperaba unas 500 mil.
Los organizadores de la prueba festejaron por partida doble: la muy buena aceptación que tuvo entre el público el espectáculo, pese a los trastornos que generó en el tránsito y la organización de la prueba que permitió ver un espectáculo -prácticamente- libre de accidentes.
Es por ello que seguramente la carrera será una fecha fija en el calendario de la categoría durante los próximos cinco años.
Acalladas las polémicas y los reclamos realizados desde distintos sectores de la política, el balance es altamente positivo para la ciudad que se dio el gusto de realizar una verdadera fiesta deportiva de la que participó la familia en
general de manera absolutamente gratuita.
Sin dudas, hay cosas por mejorar, aunque esta primera experiencia en el Callejero de Buenos Aires marcará un hito en la historia de este deporte a nivel nacional.