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Quiero, a través de este medio, agradecer el gesto de muchos jóvenes trabajadores bancarios, quienes, sacrificando su tiempo de descanso, se pusieron en la tarea de limpiar, arreglar y pintar las estaciones del Vía Crucis del cerro San Bernardo. Estas son un ícono de nuestra ciudad y fueron instaladas e inauguradas en 1962, es decir, este 2012 cumplen sesenta años. El recorrido por las escaleras es frecuentado por salteños y turistas, y salvo el desmalezamiento que se hizo hace poco, estaba muy descuidado y sucio. Invito al pueblo en general a valorar esta iniciativa creativa y constructiva, que necesitamos los argentinos de hoy, e insto para que cuidemos lo que con tanto esfuerzo recuperaron. A los “píos”, es decir, a los piadosos y devotos, no encendiendo velas en las estaciones porque así ensucian y queman las imágenes y pinturas. Además de evitar pegar oraciones o propagandas porque no es lugar para eso. A los “impíos”, es decir, a aquellos que no van por motivos religiosos y muchas veces hacen actos vandálicos o causan destrozos, pintando con aerosoles, correctores u hojas que arrancan de los árboles, pido que tomen conciencia de que la “cosa pública” es responsabilidad de todos, y cuidando este paseo, cuidamos la naturaleza, nuestra cultura, y a la vez, damos la imagen de un pueblo civilizado que valora lo propio. Una vez más, felicito a quienes tomaron esta iniciativa y la llevaron adelante con amor y generosidad. Que el Señor los premie con abundancia de bendición.
Mons. Dante Bernacki
Vicario general de la Arquidiócesis de Salta