La audiencia número 21 del juicio por el secuestro de la joven Marita Verón, justo a diez años de su desaparición, comenzó ayer en los tribunales de Tucumán con un factor tan inusual como conmovedor. Su madre, Susana Trimarco, se presentó con una foto de su hija, María de los Angeles “Marita” Verón, por lo que en un primer momento se le impidió la entrada a la sala. Finalmente cuando se aprobó su ingreso, Trimarco colocó la foto de Marita en un asiento vacío. Un mensaje cargado de simbolismo, tanto para los acusados como para la Justicia. También David Catalán, padre de Micaela, hija de la víctima, ingresó en la sala con una foto de Marita.
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La audiencia número 21 del juicio por el secuestro de la joven Marita Verón, justo a diez años de su desaparición, comenzó ayer en los tribunales de Tucumán con un factor tan inusual como conmovedor. Su madre, Susana Trimarco, se presentó con una foto de su hija, María de los Angeles “Marita” Verón, por lo que en un primer momento se le impidió la entrada a la sala. Finalmente cuando se aprobó su ingreso, Trimarco colocó la foto de Marita en un asiento vacío. Un mensaje cargado de simbolismo, tanto para los acusados como para la Justicia. También David Catalán, padre de Micaela, hija de la víctima, ingresó en la sala con una foto de Marita.
Para participar de la audiencia de ayer y luego asistir a los actos en memoria de los 10 años del secuestro, se habían acreditado las presidenta y vice de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Rosa Tarlovsky, junto a Tati Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Asimismo, fueron acreditadas Rosa Schonfeld, madre de Miguel Bru, el estudiante de Periodismo de La Plata desaparecido en 1993 tras ser detenido en una comisaría, y la dirigente de izquierda Vilma Ripoll.
Tras la audiencia de ayer está previsto que se lleve a cabo un abrazo simbólico al Palacio de Justicia provincial y se había convocado una concentración en la plaza Yrigoyen, de donde partirían las columnas hacia la plaza Independencia, bajo el lema “encontremos a Marita, encontremos la justicia”. Marita fue secuestrada el 3 de abril de 2002 en esa ciudad por una red de trata de personas. Si bien 13 acusados están siendo juzgados por el secuestro y sometimiento a la prostitución de la joven, que entonces tenía 23 años, la víctima no ha sido hallada hasta hoy.