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Golpean en Mendoza a una nena de 13 años por ?gorda

Viernes, 11 de mayo de 2012 21:14
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Una escuela de Mendoza fue nuevamente escenario de una denuncia de acoso escolar. En esta ocasión la víctima fue una chica de 13 años que fue golpeada por cinco de su compañeros en una escuela de la localidad de Tunuyán. La adolescente ya sufría desde hace un tiempo el acoso verbal de sus pares, quienes le gritaban “gorda” o “elefante”.
En esta ocasión la violencia entre pares llegó a su punto extremo cuando la joven fue agredida a golpes. A raíz de los puñetazos que sufrió especialmente en la cabeza y en la cara, la adolescente -llamada Antonella, y cuyo apellido no fue dado a conocer para protegerla- tuvo que ser internada en observación en un hospital, donde tras un día de internación fue dada de alta.
Los padres de la menor hicieron la denuncia policial y advirtieron que cambiarán a su hija de escuela, ya que tiene “miedo” de volver al establecimiento. El caso -enmarcado en los episodios de acoso escolar o “bullying”- se produjo el miércoles último por la tarde, en la escuela 4-075 Prudencio Vidal Amieva, de Tunuyán.
“Estábamos en el recreo. Yo estaba llevando una taza de té y sentí que me pegaron desde atrás en la cabeza. Eran cuatro varones de otras divisiones, pero también de primer año, como yo. Tres de 13 años y uno de 14. Me siguieron pegando todo el camino, desde el salón de usos múltiples hasta que llegué al grado. Ahí estaba otro más, que sí es compañero mío, y me pegó en la cara con una cartuchera”, contó la menor.
Luego la chica agregó: “Después llegaron cuatro amigos míos, un varón y tres chicas, y llamaron a la preceptora. Ella los llamó, les hizo firmar un acta y dijo que si me atacaban otra vez los haría firmar de vuelta. Nadie vio cuando me agredían”. Según lo señalado, el hecho sucedió alrededor de las 16.30, y la menor, aunque se sentía mal y muy mareada, continuó haciendo la tarea y esperó hasta la hora de salida para retirarse a su casa junto con su hermana de 14 años.
“Me pegaban todos los días, siempre en los recreos y dentro de la escuela. Me decían malas palabras y me ponían sobrenombres como gorda, barril o elefante”, relató.

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