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El papa Benedicto XVI dijo que el escándalo desatado por la filtración de documentos que sacude al Vaticano “ha entristecido mi corazón” e insistió con que desea reiterar públicamente su confianza en sus más cercanos colaboradores.
El Papa formuló las primeras declaraciones sobre el escándalo en su audiencia general semanal e indicó que “los rumores en algunos medios informativos han sido exagerados sin fundamento alguno”, ofreciendo una imagen falsa de la Santa Sede.
Los medios italianos reaccionaron con frenesí desde que el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, fuera arrestado la semana pasada luego de que investigadores del Vaticano descubrieran documentos papales en su apartamento de Ciudad del Vaticano. El hombre permanece en custodia y ha prometido cooperar sin reservas con la investigación.
Los rumores han volado en la prensa sobre la posible implicación de cardenales en la investigación, renuncias pendientes y detalles de la pesquisa que ni siquiera los abogados de Gabriele dicen haber escuchado.
El Vaticano ha denunciado las filtraciones como criminales e inmorales y abrió una investigación de tres vías para encontrar al responsable.
“Los hechos de días recientes sobre la curia y mis colaboradores han llenado de tristeza mi corazón”, dijo Benedicto en la audiencia. Y agregó: “Deseaba renovar mi confianza y ánimo en mis más allegados colaboradores y en aquellos que trabajan diariamente ayudándome a cumplir mi ministerio”.
Las motivaciones de la filtración son una incógnita. Algunas personas dicen que parecen diseñadas para desacreditar al número dos de Benedicto, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. Sin embargo, otros dicen que está enfocada en mostrar la debilidad de Benedicto para dirigir la Iglesia.