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El pasado sábado, cerca de las 2 de la mañana, quienes residen en los alrededores de la plaza 2 de Abril, del barrio 128 Viviendas, escucharon los gritos y las pedradas que impactaban sobre el monumento levantado en honor a los héroes de Malvinas, mientras las plantas ornamentales eran arrancadas en medio de gritos e insultos. A esa hora, junto a su familia, llegaba a ese lugar el presidente del barrio 128 Viviendas, quien vio que el autor de los destrozos era otro vecino, el cabo 1º ... Ramírez, militar del Regimiento 28 de Infantería con asiento en Tartagal y miembro de la Banda de Música.
Melba Parra, miembro de la comisión que impulsó la construcción de la plaza y el monumento en honor a los héroes de Malvinas, relató que al ver que era un vecino el que realizaba los destrozos, el presidente del barrio llamó al Servicio de Emergencias 911; los policías llegaron al rato y vieron lo que este hombre estaba haciendo, pero se negaron a detenerlo argumentando que el militar “no estaba borracho sino que se encontraba con un ataque de nervios”.
Al escuchar esta respuesta varios vecinos, según recordaron a El Tribuno, les pidieron a los uniformados que si veían que estaba con una crisis de nervios llamen al Samec, pero los policías no hicieron nada; optaron por retirarse mientras este hombre se metía en su casa que queda frente a la plaza”.
En el mismo barrio, y en otro de los frentes de la plaza, reside el presidente de la Asociación de Veteranos de Malvinas del departamento San Martín, Ramón Crespo. El ex combatiente consultado por El Tribuno recordó que “al escuchar el escándalo me fui hasta la casa de este hombre, pero en el estado en que se encontraba era imposible poder entablar algún diálogo. Para mí, estaba totalmente ebrio y, según el comentario que me hicieron sus padres, tiene ‘mala macha’, de manera que se le ocurrió arrojar piedras al monumento. Los vecinos reaccionaron indignados y finalmente los padres de este muchacho lograron ingresarlo a su casa”, expresó Crespo.
Apenas enterado de lo ocurrido el intendente Sergio Leavy se acercó a la plaza para ver los daños.