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Unas 34 causas judiciales se inician cada día por robos solo en el área centro de la provincia. La cifra es similar a la registrada en 2011 y no refleja la baja del 17 por ciento en los delitos que anunció el Gobierno a fines del mes pasado.
El análisis de la estadística que lleva la Justicia puede revelar una leve disminución en algunos sectores, pero no alcanza para concluir que los planes de vigilancia están teniendo éxito.
El año pasado los juzgados habían recibido un promedio cercano a las 35 denuncias diarias por ilícitos contra la propiedad. La cifra no implica una mejora significativa con respecto a los 34 casos por día registrados en los primeros cuatro meses de 2012.
El ministro de Seguridad de la Provincia, Eduardo Sylvester, había difundido por diferentes medios que disminuyeron un 17 por ciento los delitos.
El funcionario consideró que el mayor control puso límites. Sin embargo, no dejó claro en qué datos se basaba o qué archivos tomó. Tampoco ofreció otra información que pueda explicar el avance que hizo público durante varios días.
El Tribuno intentó dialogar con el ministro sobre los índices de robos, pero su asesor de prensa comunicó que era imposible porque tenía que viajar a Buenos Aires. Ayer tampoco pudo hablar del tema otro responsable del área.
El número de 34 causas por robos diarias no incluye a los municipios del norte y el sur de la provincia.
Además, el dato muestra solo una parte de la realidad, ya que deja afuera al universo de los que no denuncian porque creen que no tiene sentido.
Tampoco se registró una baja importante en el número de hurtos, que se consideran más leves que los robos porque no implican violencia. En 2012 hubo 12,2 casos de este tipo cada 24 horas, cerca de uno menos que en 2011.
En los barrios
Referentes comunitarios siguen sosteniendo reclamos por seguridad pese a que oficialmente se destaca que hay más policías.
“En los últimos meses estamos peor. La vigilancia es insuficiente. Presentamos un mapa con los puntos estratégicos donde se necesita control pero nos ignoraron”, señaló Lucio Toconás, presidente del centro vecinal de Democracia.
Toconás asoció el problema con la venta de drogas en la zona. También expresó su malestar porque autoridades policiales no convocaron a todos los sectores a una reunión que se hizo para analizar el tema hace días.
En el barrio Norte Grande contaron que varias familias que participaban de un plan para alertar al 911 sobre los robos sufrieron amenazas.
“Se siguen cobrando peajes en la calle. Es mejor quedarse encerrado en las casas”, relató una mujer que vive en este punto de la ciudad.
Los vecinos de Norte Grande prefirieron no dar sus nombres, pero descartaron la posibilidad de que hayan bajado los delitos.