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El español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, los dos mejores tenistas de la actualidad, irán hoy por la consagración en Roland Garros en una final con el plus de un récord histórico para el ganador. El encuentro se desarrollará desde las 10 y se verá por ESPN.
El mallorquín, número dos del ranking mundial, puede convertirse con siete títulos en el máximo ganador desde la creación del torneo parisino sobre polvo de ladrillo y dejar el privilegio que comparte con el sueco Bjorn Borg, también seis veces campeón.
Por su parte, el número uno del circuito ATP atrapará, en caso de un triunfo, su cuarto torneo de Grand Slam consecutivo, algo que tanto Nadal como Roger Federer nunca consiguieron.
Solo el estadounidense Donald Bugde y el australiano Rod Laver, en dos ocasiones, ganaron los cuatro grandes de manera sucesiva, aunque lo hicieron en la misma temporada, que es la condición para que el logro sea reconocido como la conquista del Grand Slam.
Será la cuarta final de Grand Slam consecutiva entre los dos mejores tenistas del momento. Las tres anteriores fueron ganadas por el serbio, que esta vez llega relegado en el favoritismo.
Nadal es el monarca absoluto de Roland Garros con una campaña de 51 victorias y apenas una derrota ante el sueco Robin Soderling en 2009.
En la actual edición no perdió ningún set, cedió solo 35 games y solo una vez le quebraron su servicio en sus seis partidos. Accedió a la final al vencer a su compatriota David Ferrer
Además, el español le ganó once de los trece partidos que jugaron sobre polvo de ladrillo y también domina el historial general con 18 victorias contra 14 derrotas.
Los premios
Un premio de 1.250.000 euros espera al ganador, mientras que el perdedor se llevará justamente la mitad. Las condiciones del clima serán un factor a tener en cuenta, ya que las previsiones auguran mucha lluvia durante la jornada de hoy en París y el fantasma del aplazamiento figura en las previsiones.
En 1973 la final que protagonizaron el rumano Ilie Nastase y el croata Niki Pilic se tuvo que disputar un martes.