inicia sesión o regístrate.
“Hasta hace unas décadas, la expectativa de vida de una paciente con cáncer de mama avanzado era, en promedio, de dos años, dependiendo de su forma clínica de presentación”, señaló a El Tribuno Carlos Silva. Hoy ya es largamente controlable con una sobrevida que la acerca a la de otras patologías crónicas, “gracias al detallado conocimiento de la biología molecular de estos tumores, los tratamientos con quimioterapia, hormonoterapia y, más recientemente, las terapias biológicas dirigidas contra blancos moleculares específicos”.
De hecho, la comprensión de sus mecanismos moleculares permite influir sobre la respuesta al tratamiento. En el caso pacientes que se volvían resistentes, con las nuevas terapias pueden retrasar la utilización de otros tratamientos como la quimioterapia.
Por su parte, Ricardo Kirchuk recordó que hasta ahora estas pacientes, luego del fracaso del tratamiento hormonal, recibían otro esquema, con escasa posibilidad de buena respuesta, o pasaban directamente a uno con la toxicidad y efectos colaterales que ello provoca en detrimento de la calidad de vida. Entre el actual arsenal terapéutico está el everolimus, un inhibidor de una proteína clave en el crecimiento de tumores.