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Salta es una de las provincias con menores niveles de empleo y encabeza el cuadro de desocupación en el país; un ranking muy devaluado en su credibilidad, porque lo confecciona el Indec. Con el peso del freno económico, a los sindicalistas les preocupa un desencadenante lógico: que se contraiga la generación de puestos laborales y que el poco terreno lo gane el trabajo en negro.
Es difícil precisar la magnitud de la crisis laboral que, sin embargo, es la mayor preocupación, junto con la inseguridad y la inflación, en todo el territorio nacional y, también, en Salta.
El trabajo estable, legal, en blanco, con aportes y vacaciones, es una excepción, y no la regla. Los subsidios del Estado encubren la realidad de muchas personas que son desempleados. Sin embargo, constituyen un paliativo importante para las necesidades de mucha gente. Antes, no existían. Pero la crisis del empleo no admite tapujos.
Un informe de la Fundación Económica para el Desarrollo y Capacitación Regional (Fedecar) había determinado que la intención de los empresarios locales de contratar personal estaba en el escalón más bajo de los últimos cuatro años. Apenas un 6,2% pensaba invertir en recursos humanos.
Para Jorge Guaymás, secretario general de la CGT en Salta, la desaceleración económica tendrá un fuerte impacto en las oportunidades y en las condiciones laborales. “Siempre se corta por lo más delgado. Los empresarios no van a tomar gente o lo harán en negro”, advirtió.
Vuenaventura David, titular de la CTA local, planteó que el empleo informal es alto en la provincia. “Ahora corremos riesgo de que se acentúe, que no paguen las horas extras o que más trabajadores no tengan obra social”.
El cuestionado Indec ubicó a Salta en el primer trimestre de 2012, con el 37,7%, en el quinto lugar de los aglomerados con menor porcentaje de mano de obra ocupada. Resistencia (33,7%), Formosa (33,9%), Santiago del Estero (36,6%) y Concordia (35,7%) presentan los peores números. A esos datos se agrega que el desempleo en marzo de 2011 alcanzó el 11,7% y en marzo de 2012 fue del 11%; esto demuestra que nada mejoró.
“Si hiciste una changa la semana pasada, para el Indec ya estás trabajando. Además, suman los planes sociales. En realidad, en la provincia hay más gente sin hacer nada de la que dicen”, remarcó David.
Para los comerciantes es un año particular. La actividad se contrajo en abril por el despliegue de feriados. Sin embargo, las ventas por el Día del Padre les despertaron algunas expectativas. “Está todo muy confuso. Habrá que ver qué pasa. Junio, octubre por el Día de la Madre y diciembre por las fiestas de fin de año son meses clave para el sector”, dijo un miembro de la Cámara de Comercio de Salta.
El turismo expondrá su faceta laboral en julio, cuando se incrementa la demanda de mano de obra por la temporada alta; claro que se trata de empleo temporario.
Guaymás y David coincidieron en que la situación más aguda de desempleo o trabajo precario se padece en el interior provincial.
“En el norte la realidad es delicada, Hay empresarios que ni se animan a invertir porque la gente se acostumbró al piqueterismo, a las dádivas y a los planes sociales”, manifestó el titular de la CGT.
Alejandro Murphy, presidente de la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas, dijo que la casi cerrada campaña del citrus demandó menos trabajadores en Orán. “Hemos exportado un 70% menos. La falta de competitividad hace más difícil seguir adelante. Entonces, en vez de sumar, somos expulsores de mano de obra”. El planteo enciende la alarma.