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El trato amistoso parece haber llegado a su fin. Lo que muchos anticipaban como una reacción que tarde o temprano iba a llegar se concretó, y la discrecionales medidas del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, siguen provocando irritación entre los empresarios de otros países que quieren negociar con Argentina. Ahora, el Gobierno de Estados Unidos instó ayer viernes a que Argentina levante “inmediatamente” un régimen de licencias de importación y otras restricciones que han irritado a exportadores de otros países.
La declaración fue realizada en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en Ginebra. La funcionaria estadounidense Rachel Bae asumió una línea particularmente dura con Argentina, que ya es objeto de una demanda ante la OMC de la Unión Europa por las medidas que ha tomado para desalentar las importaciones.
Situación que arrastra cierto grado de aislamiento para nuestro país en el contexto del comercio internacional, debido a que se van cerrando posibilidades de negocios.
Las disposiciones argentinas incluyen un régimen de licencias de importación y la obligación para las empresas de equilibrar importaciones con exportaciones. Estas medidas fueron determinadas sin consensuar con los principales actores que son justamente los empresarios involucrados, los de Argentina y los de Estados Unidos y Europa, es decir, los más afectados.
“Nuestra esperanza es que Argentina se haga cargo de nuestras preocupaciones y termine inmediatamente con las medidas y prácticas que restringen las importaciones”, dijo Bae.
“En pocas palabras, nuestra pregunta es hoy de nuevo: ¿cuándo el Gobierno pondrá fin a las prácticas y medidas restrictivas y poco transparentes que han sido causa de irritación y creciente frustración entre tantos compañeros de Argentina en la OMC?”, añadió la funcionaria norteamericana.
Lo cierto es que la reacción estadounidense no parece ser tan amistosa como sucedía hace unos meses. Ahora el reclamo es enérgico por parte del país del Norte.
Es de esperar que la respuesta de nuestro país no sea otra vez la soberbia y la indiferencia.