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?Me río más con el alma que con la cara; tengo muy buen humor?

Sabado, 21 de julio de 2012 02:02
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El humor es como el fútbol, les salen mejor las cosas a los que nacen con condiciones para hacer mejores juegos.

Apenas llego a Salta, voy por la calle y la gente me saluda como a un familiar que hace tiempo no veía, así de lindo...

Con cara seria y hablar arrastrado dice: “tengo una joda encima...” y las carcajadas brotan de todas las bocas. Juan A. Garay, es Cacho, un genio del buen humor, sano, contagioso, muy doméstico, que identifica y despierta al niño alegre, desprejuiciado de todos.

Desde su participación en el programa de Marcelo Tinelli en el 2000, este humorista mendocino construyó una carrera artística sólida y exitosa. No es la primera vez que viene Salta. Hoy presentará su singular espectáculo “Un Cacho del interior”, a partir de las 21, en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175).

Nacido en Barrancas, Maipú, “hace más de 50 años, pero menos de 100”, Cacho Garay saltó del anonimato a la fama desde su Mendoza natal, luego de ganar el “Campeonato nacional del chiste” en el 2000. Comenzó a recorrer la Argentina con sus espectáculos. Primero fue “Por ahí contaba Garay”, con el que protagonizó un verdadero suceso en Carlos Paz en la temporada de verano 2002 - 2003. Este material fue recopilado en su primer trabajo discográfico con el mismo título. Una de las propuestas más celebradas fue el encuentro con uno de los más grandes trovadores argentinos: Facundo Cabral, asesinado en Guatemala el año pasado. De esa unión nació un show conmovedor y exitoso: “Garay esquina Cabral”.

En el verano 2011, Cacho Garay recorrió la costa argentina con “De vuelta al pago... compadre”, con su estilo único, que ha hecho de su humor una marca registrada. Totalmente renovado espera, esta noche, despertar carcajadas entre los salteños que convocará este gran show.

¿Cómo vas a sacarnos risas a los salteños en estos momentos tristes?

Y bueno, es un momento de conmoción pero como el Tata Dios manda, hay que sobrellevar el dolor, hay que seguir. Es como las luchas japonesas cuerpo a cuerpo donde se usa la fuerza del que ataca. Acá hacemos lo mismo, usamos las ganas de reirse del público, su buen humor, para hacerlos reir. La gente que va al teatro a ver a Norma Aleandro, Alfredo Alcón, se preparan para ver drama, pero el que va a ver un espectáculo de humor, va predispuesto a reirse y eso es genial para nosotros, los que buscamos la risa, la alegría...

¿Quiénes son los humoristas en los que te mirás, los que admirás?

A nivel nacional, para mí, el máximo maestro es Luis Landriscina, y a nivel internacional Cantinflas, que era un hombre que hacía reir hablando mucho sin decir nada; y Chaplin, que sin hablar era mágico, fantástico.

¿Y sos alegre en la vida o tu alegría es para la escena?

Yo soy una persona de muy buen humor, me río más con el alma que con la cara. Soy duro de boca para reirme nomás, no tengo una risa fácil, pero tengo buen humor. A veces me preguntan cómo hago para no reirme cuando cuento las cosas que me pasan, y yo les digo que soy así, que cuando voy al escenario converso nomás de lo que sucede.

¿Es una estrategia la de contar chistes con cara seria?

Puede ser. Es mi forma, mi estilo. Quizá eso también causa más gracia.

Como mendocino ¿tenés mucha afinidad con el público chileno?

Nuestra vecindad con Chile nos aporta mucha afinidad con los chilenos, tenemos vocablos y modos de hablar parecidos. Los que no entienden de nuestra hermandad con Chile dicen que estamos separados por una cordillera y yo digo que estamos unidos por la cordillera.

¿Y cómo sentís que te responde el público salteño?

Cada vez que vengo a Salta me quedo con ganas de seguir conociendo lugares, es muy linda esta provincia, pero el tiempo es escaso. Eso sí, una cosa me hace muy feliz de Salta, que cada vez que vengo me llevo nuevos amigos en el corazón. Apenas llego, voy por la calle y la gente me saluda como a un familiar que hace tiempo no veía, así de simple y así de lindo...

¿Me contás un chiste?

No sé contar chistes, yo converso nomás y la gente se ríe de las cosas que me pasan...

Entonces conversame algo...

Anoche llamé a Mendoza porque mi suegra está internada... pedí hablar con el médico, le pregunté cómo está la vieja y me dijo “prepárense para lo peor”. Así que seguro le van a dar el alta!

Pero la odiás, entonces...

Es que ella siempre me dice: Ay, miralo al vale cuatro...

¿Por qué?

Porque dice que no valgo ni cinco...

Pero no creas que la odio, es más, vivimos con mi suegra. Yo siempre le pido a Dios que viva 100 años más... pero en Australia, porque la vieja es tremenda. Yo no soy rencoroso, pero cuando se muera le voy a sacar la piel de la espalda para hacerme un bombo y seguirle pegando.

¿Cómo ves el humor en nuestro país?

El humor siempre es bueno y siempre es el mismo, por ahí cambian los estilos, pero el humor es como el fútbol, les salen mejor las cosas a los que nacen con condiciones para hacer mejores juegos.

¿Es mucho sacrificio dejar a la familia para ir de gira?

Mas o menos... pero hablando de familia, no quiero que crean que soy agrandao, pero mi señora es modelo... modelo 38. La conocí en una bailanta, cabecié para sacarla a bailar y mientras bailábamos, como es mayorcita, me dijo ¿cuántos años creés que tengo?... y se enojó porque le dije: ¿qué te creés que soy arqueólogo?

¿Cómo recordás a Facundo Cabral, con quién hiciste el gran espectáculo “Garay esquina Cabral”?

Con mucho respeto, cariño y nostalgia por su desaparición física. Lo recuerdo siempre en la vida, pero en el espectáculo que presento ahora también lo recuerdo en el escenario.

¿Considerás al humor tu don?

No sé. En mi caso creo que es una casualidad y una bendición.

 

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