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Finalmente, se develó el secreto mejor guardado. No fue uno, sino siete los deportistas británicos encargados de encender el pebetero olímpico. David Beckham fue parte del recorrido final de la llama durante la apertura.
El fuego olímpico llegó al Estadio Olímpico de Londres luego de surcar el río Támesis a bordo de una lancha. El encargado de trasladar la antorcha durante ese recorrido fue el futbolista David Beckham.
Al llegar al muelle, el jugador le entregó el fuego al remero Steve Redgrave. El pentacampeón olímpico tuvo el honor de ingresar al escenario principal con la antorcha en su mano.
Aunque todos esperaban que fuese él el encargado de realizar el encendido definitivo, la organización se guardó una sorpresa para el final.
Una vez dentro del estadio y, ante la mirada de los miles de espectadores y deportistas que esperaban con ansias el encendido del pebetero, fueron siete jóvenes atletas ingleses los que recibieron la posta.
Este grupo de deportistas locales marcó el inicio oficial de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 cuando unas 200 pequeñas antorchas, encendidas en el suelo, se elevaron hasta unirse y conformar el enorme pebetero en el cual el fuego olímpico brillará durante los 16 días que dure el gran evento deportivo.