inicia sesión o regístrate.
Scioli destapó la olla de los graves problemas económicos que agobian a las provincias. Pero en una cuestión de días fueron varios los mandatarios oficiales que, con preocupación, intentan frenar la conflictividad social en aumento. A la provincia de Buenos Aires se sumaron Córdoba y Santa Fe, entre otras.
La caída de los recursos nacionales, por efecto de la brusca desaceleración de la economía, se está sintiendo en la recaudación de los impuestos que gravan las actividades económicas, como IVA y ganancias.
En este marco es en que el gobierno bonaerense tomó la decisión de desdoblar en cuatro el pago del medio aguinaldo y dejó al descubierto los problemas económicos de las provincias, en particular la más grande del país, pero no la única.
Pese a que varios mandatarios provinciales ratificaron el pago de los aguinaldos, no por ello descartaron problemas para hacerlo.
En este marco es que el gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, manifestó la capacidad que tiene su provincia para autofinanciarse a largo plazo y pagar todas sus cuentas, no obstante, advirtió que en la provincia comenzó a verse “un estancamiento” en la actividad privada y “retroceso” en algunos rubros particulares, como con la venta de maquinaria agrícola y de autos, y en la construcción.
Otro que prendió la luz de alerta fue el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota. “No estamos teniendo los resultados que queremos (con la Nación). Pero los cordobeses somos pacientes, pero firmes”, dijo en alusión al reclamo que mantiene ese provincia por una deuda de 1.040 millones de pesos que tendría la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) con la Caja de Jubilaciones de Córdoba, en base al convenio firmado por el predecesor de De la Sota, Juan Schiaretti, con el organismo.
El caso de Mendoza no es muy distinto. Pese a que su gobernador, Francisco Pérez, hace gala de una mejora en la recaudación, que fue a costa de un aumento de los impuestos y no por mayor actividad económica. Así todo, el gobierno prevé un déficit que no puede financiar y se hará sentir en el último trimestre del año.
Aumentó la conflictividad social
Las dificultades económicas comenzaron a verse reflejada en el aumento de la conflictividad social.
En la provincia de Buenos Aires, los empleados estatales están en pie de guerra, mientras el Gobierno paraliza la obra pública y paga en cuotas el aguinaldo.
En Santa Cruz, el acuartelamiento de la Policía de hace más de una semana subió la tensión en la provincia patagónica. En Chubut persiste el conflicto por la toma del yacimiento Cerro Dragón, que llegó a tener características muy violentas. La encabezan sindicalistas que quieren equiparación salarial con el gremio de Petroleros. En Tierra del Fuego, el gobierno provincial prepara un impuestazo.
Las economías provinciales empezaron a mostrar signos de agotamiento y, en algunos casos, obliga a sus autoridades a tomar medidas impopulares, lo que desató la tensión en diversos puntos del territorio nacional.
Mientras tanto, el Estado nacional y las provincias deberán ir buscando la receta para que la crisis no siga creciendo