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Otro hecho de inseguridad se vivió ayer en esta capital, cuando uno o más delincuentes ingresaron a una vivienda situada en el barrio Don Emilio, de la zona sur y se llevaron tres escopetas, joyas de oro y plata, y 700 pesos en efectivo.
El hecho se registró aproximadamente a las 8.30, en la calle Parque Nacional Talampayo al 300, cuando el dueño de casa, un empresario turístico identificado por la Policía como Rodolfo Alvarado (56), se retiró del hogar y en ese momento él o los maleantes saltaron la tapia desde una casa contigua que está deshabitada e ingresaron a la morada.
Los autores del ilícito actuaron con rapidez, como si hubieran estudiado dónde y en qué lugar se hallaban los valores.
Momentos después -no más de 20 minutos-, Alvarado regresó a la vivienda y se dio con la triste novedad, por lo que inmediatamente radicó la denuncia en el destacamento de villa Palacios.
Luego, debido a la importante suma de dinero valuada en los objetos hurtados -se calcula que solo en joyas había más de 40.000 pesos-, intervino la Brigada de Investigaciones de esta ciudad, cuyos efectivos se encuentran a cargo del caso, aunque aseguraron que aún no hay sospechosos firmes ni detenidos por el hecho.
Encerraron a los perros
Lo llamativo del robo es que los damnificados cuentan con dos perros (un pitbull y un pequeño yorkshire), pero éstos fueron encontrados encerrados en el baño, cuando se hizo presente el damnificado.
El empresario turístico, que no quiso ser entrevistado, solo dijo: “Por esta zona hay muchos drogadictos y delincuentes que hacen tareas de inteligencia. Esta vez me tocó a mí, pero le puede pasar a cualquiera. La Policía debería hacer algo, pero lamentablemente no podemos contar con ellos demasiado”.
Al ser consultados por El Tribuno, los brigadistas dijeron que por el momento se sospecha de un grupo que transita a diario por la zona.
Además, comentaron que los malvivientes se trasladaban a pie o en un vehículo de menor porte ya que no pudieron llevarse otros objetos de gran tamaño, como los electrodomésticos.
En la mira
En diálogo con este matutino, una vecina, que prefirió no ser identificada por temor a represalias, dijo: “Escuché que andan buscando a un pintor que recorre estos barrios ofreciendo sus servicios, aunque todo indica que hace eso solo para despistar y hacer inteligencia. Cuando esta mañana (por ayer) vino la Policía, se fue rápidamente”, comentó.
Por lo pronto, el supuesto pintor y los integrantes de una patotita barrial son intensamente buscados por los efectivos a fin de establecer si es que tienen vínculos con el robo, lo que parece ser así ya que desaparecieron de la zona.
Alvarado, quien estaba muy molesto por lo ocurrido, hizo una reflexión antes de reingresar a su casa y despedir a los pesquisas. “Ahora tienen mis escopetas y pueden hacer cualquier locura, estoy indignado por el robo que sufrí”, cerró.