Sin plasmar en la cancha el trabajo de la semana, Iván Delfino, dejó el estadio Martearena, con absoluta tranquilidad, sin mencionar muchas palabras por lo ocurrido. “Bastante quilombo tengo para armar el equipo como para opinar del tema. Y no me corresponde hablar. De todo lo demás, estamos al margen, no son cuestiones que nos competen o que podemos solucionar”, comentó el entrenador, quien además dijo: “Siempre es bueno jugar, pensamos que podía haber una vuelta atrás para que se pueda disputar el clásico y esta vez no se dio”.
Delfino, le dio la derecha al árbitro Federico Guaymás Tornero, al haber suspendido el clásico en el Martearena. “La decisión del arbitro fue tomada correctamente porque iniciar el partido hubiera quedado un tanto desprolijo”, se sinceró.
Por otro lado, el capitán de Juventud, Germán Noce, sostuvo: “Es una vergüenza, le hace mal al fútbol de acá pero bueno nosotros estamos al margen de todo, vinimos a jugar y el arbitro lo suspendió. No tuvimos nada que ver”, comentó el defensor, quien se acercó a la tribuna para dialogar con los hinchas del santo, mientras estos se encontraban trepados al alambrado. “Ellos dijeron que no se iba a bajar hasta que dejen entrar a la gente que estaba afuera pero esas son cosas que escapan a lo que es el cuerpo técnico y jugadores. Estabamos muy bien para jugar hoy (por ayer), pero lamentablemente no lo pudimos demostrar”.
A su vez, el defensor se sintió dolido por lo sucedido ayer, porque lo sufrirá el plantel. “Los perjudicados somos nosotros, que estamos representando a Juventud Antoniana. Si hay quita de puntos o si jugamos sin público, nosotros somos lo que pagaremos las consecuencias”.
Por último, Noce manifestó que es la primera vez que le toca pasar por una situación como la de ayer. “Es la primera vez que me pasa una cosa así. Ahora si puedo decir que me paso de todo en la cancha”
La bronca del arquero Dei Rossi
El arquero Esteban Dei Rossi en un par de oportunidades se dirigió hacia el parapelota de la popular sur del estadio Padre Martearena, de donde los hinchas antonianos no deponían su actitud de bajar.
El guardavalla dio sus motivos para hablar con esta gente. “Todo lo hice por las ganas que tenía de jugar. Luego me dirigí hacía el túnel para tratar de plantearle el problema a algún dirigente, para ver qué es lo que se podía hacer. No sé cómo se maneja el tema de las entradas, pero hay cosas que no están a nuestro alcance”, advirtió Dei Rossi.
A su vez, el número uno del arco santo se refirió a su estado de ánimo. “La verdad es que tengo una bronca bárbara. Nos preparamos toda la semana para jugar un clásico de esta característica, pero la fiesta se arruinó, lamentablemente”, renegó.
Sobre el pedido de los hinchas, señaló: “La hinchada estaba enojada porque había un cierta cantidad de gente que estaba afuera y que no podía ingresar al estadio. Querían que ellos también se ubiquen en las tribunas. En realidad, uno se queda con esas ganas y con raras sensaciones por todo lo que pasó”.